Un hombre de Caucete que pudo haber matado a un hijo de un disparo fue condenado a 1 año y 10 meses de prisión condicional (sin encierro), por los delitos de lesiones leves agravadas por el vínculo en contexto de violencia intrafamiliar, amenazas con arma de fuego y tenencia ilegítima de arma de fuego de uso civil, señalaron fuentes judiciales.

El ahora condenado se llama Roberto Moisés Moral, a quien además le impusieron reglas de conducta, como una prohibición de acercamiento al domicilio del hijo y también de contacto con él.

El hecho ocurrió el pasado lunes. Según la acusación, a eso de las 17.30 el agresor se encontraba en su casa (en el Barrio Justo P. Castro II de Caucete) junto a sus dos hijos. A raíz de un problema laboral y de dinero, el hombre comienza a discutir con uno de sus hijos, mientras que el otro sólo observaba. La discusión fue subiendo de tono, hasta que en un momento el agresor comienza a amenazar de muerte a su hijo, se dirige a su habitación y trae un arma de fuego tipo revólver, con el que apunta directamente contra el rostro de su hijo, por lo que éste rápidamente toma los brazos de su padre, tratando de que apuntara hacia otro lado.

En ese momento se produce un forcejeo entre ambos, del que resultan heridas en la mano izquierda del hijo, provocadas por el caño del revólver. El hombre allí dispara su arma, pasando el proyectil cerca del cuerpo de su hijo, impactando en el techo de la cocina y rebotando hasta quedar incrustado en la madera de una alacena de la cocina.

Ambos continúan forcejeando, hasta que el otro hijo logra sacarle al padre el arma de sus manos y los separa. Luego la víctima se retira del domicilio y se dirige directamente a la comisaría 9na de Caucete, donde pone en conocimiento el hecho. Inmediatamente los policías se comisionaron en el domicilio, donde entrevistaron al acusado desde la vereda. El sujeto admite que había tenido una pelea con su hijo y accede a ser trasladado hasta la comisaría. Por ello, ingresa a la vivienda con la excusa de buscar su DNI y en ese momento procede a esconder el arma en el fondo de su casa (indicando a su otro hijo dónde la había dejado) y a lavarse las manos.

Al salir de su casa, personal policial procede a la aprehensión inmediata del sujeto. Seguidamente, con la autorización voluntaria del hijo, quien tenía las llaves, los pesquisas ingresan al domicilio y siguiendo las indicaciones encuentran el arma de fuego con la que había disparado (con una vaina servida), escondida dentro de unas llantas metálicas apiladas en el fondo de la casa. Seguidamente, también encuentran en el placard de la habitación del agresor dos armas de fuego tipo revólver cargadas.

En un juicio abreviado, Fiscalía y Defensa habían acordado una pena de 2 años y 2 meses, pero el juez le rebajó la condena.