Tras acceder el juez Benito Ortíz al pedido de eximición de prisión, finalmente este martes por la mañana se presentó a declarar Cristian Ochoa en la causa por lesiones graves que le imputaron por darle una paliza a Jorge Cruceño. Se trata del padrastro de la alumna 15 años del Colegio Santa María que denunció un presunto abuso sexual por parte de un preceptor.

El hombre fue protagonista del video que se hizo viral donde se lo ve en un pasillo del establecimiento educativo dándole decenas de golpes a Cruceño mientras lo insulta. Ochoa, que tenía la posibilidad de abstenerse, decidió hablar y contar por qué le dio tamaña golpiza. Se excusó en dos aspectos para su defensa.

Por un lado, la acumulación de bronca que el hecho le producía -se entera un viernes y se topa con Cruceño tres días después- y un gesto que le molestó del preceptor: "se sonrió, parecía que se estaba burlando". Es que el día que Ochoa y la mamá de la joven asisten al colegio para hablar con los directivos -previo paso por el Ministerio de Educación y dos días antes por la ANIVI- justo lo cruzan en el pasillo y es allí donde el hombre acusa ese gesto, a su entender provocador.

Por el otro, el padrastro decidió contar una historia personal. Es que dos años atrás, su hija de por entonces 10 años fue blanco de un abuso sexual y que ese hecho "lo marcó".

El caso

Una alumna de 15 años del Colegio Santa María denunció el pasado 20 de octubre ante el Centro de Abordaje Integral de Niños, Niñas y Adolescentes Víctimas un presunto abuso sexual por parte de su preceptor, Jorge Cruceño.

Por ahora las tareas investigativas se encuadran bajo una causa por grooming, ya que las pruebas que presentó la defensa son 17 capturas de chat en donde el hombre mantiene conversaciones muy subidas de tono con la chica.

El hecho tomó relevancia pública por dos motivos. Algunos de esos chats trascendieron y también lo hizo un video de una cámara de suguridad del colegio donde se ve claramente como Ochoa golpea a Cruceño.