Diego Álvarez (28), el marido de Brenda, está en un calabozo y es el principal sospechoso de la muerte de la joven albardonera. El día después que desapareciera, el hombre habló con Canal 8 y se mostró compungido y contando a viva voz la supuesta infidelidad de la cual había sido objeto.

El testimonio es revelador. Se ve un Álvarez quebrado, llorando y que pocas veces mira a cámara, tal vez algo nervioso. Focaliza su relato en que presuntamente halló a Brenda en la siesta del jueves pasado con otro hombre, un tal José Guajardo. 

"Esto viene desde hace rato -la supuesta infidelidad-, no sé cómo explicarlo", decía Álvarez. En la oportunidad contó que hacía 8 años estaban casados y que fruto de esa relación hay dos hijos, de 5 y 6 años.

A pesar que habían pasado casi 24 horas que no sabía nada de su mujer, focalizaba todo en el supuesto engaño. "De un momento a otro empezó a cambiar, desde mayo se veían -con Guajardo-, una cosa es escucharlo y la otra es verlo", agregó.

Ante las cámaras, este sujeto dijo desconocer el paradero de su mujer; "no sé dónde está, desde ayer que no sé dónde está".

Sobre la consulta si cuando vio en ese descampado en El Villicum a su mujer y al supuesto amante reaccionó violentamente contra la mujer, atinó a decir que "no le pegué".