Entre mucho desorden y olor nauseabundo fueron encontradas esta tarde las dos ancianas pocitanas, una muerta y la otra en grave estado.

Ahora está en investigación si el estado de abandono en el que vivían tuvo que ver con el fatal desenlace de Rosario Felisa Riveros, de 91 años. Será la autopsia la que confirmará la causa de muerte, dijeron fuentes policiales. Su hermana Clemira (93) se encuentra internada en grave estado.

La víctima, Rosario Felisa Riveros.

Ambas vivían solas en una vieja casona ubicada en el callejón Los Mandarinos, entre San Miguel y Meglioli, Pocito. No tenían hijos y la que solía ir a verlas era una sobrina chimbera que, una vez que le avisaron del deceso, se trasladó hasta el lugar. "No estuve viniendo por el tema de cuarentena", dijo.

La que las halló fue una vecina, que en la tarde de este lunes feriado fue a darles una vuelta. La puerta de ingreso estaba trabada con una silla. Cuando consiguió entrar, apenas hizo unos pasos se topó con Clemira tirada en el suelo. Esa anciana tenía signos vitales. Cuando llegó la Policía la ayudaron y la llevaron a una cama. Le dieron café pero advirtieron que su estado no era bueno, por lo que una ambulancia se la llevó al Hospital Rawson.

Diferente fue lo de su hermana menor. Rosario yacía en el comedor, descalza y sin signos de vida. Los pesquisas la revisaron y comprobaron que no tenía lesiones compatibles a un ataque.

Este diario entró al lugar donde fue hallada sin vida y el olor era terrible. Su sobrina contó que estaban jubiladas. Un vecino agregó que llevaban una vida "chapada a la antigua". Cocinaban con carbón y tenían sólo un surtidor para toda la casa. Pasaban sus días entre la basura.

La sobrina revisó todas las habitaciones para buscar sus documentos. Y encontró dos bolsitas con $14.000. Los investigadores descartaron un posible robo.

En este lugar fue encontrada sin vida la menor de las hermanas. El olor era nauseabundo

La vecina que las encontró era la que solía hacerles las compras. Destinaban una parte de lo que cobraban para comprar carbón, algo de carne y bolsas de papas, dijeron sus allegados.

Respecto al estado de salud de Clemira, sus familiares indicaron que estaba deshidratada y que presentaba un pésimo estado general y de aseo.

El médico legista calculó que la víctima podía llevar unas 48 horas muerta. Sin embargo, los vecinos afirmaron que ayer vieron a su hermana caminar afuera. Ellos suponen que falleció durante la noche de ayer o la madrugada de hoy. Y que su hermana no pudo pedir ayuda. Creen que quedó en el intento, pues estaba muy cerca de la puerta.

La sobrina de las ancianas se mostró con bronca porque, según ella, pidió que fueran trasladadas a un hogar del Estado. "Pero vino un médico y dijo que no hacía falta, que estaban bien y que si las sacaban de su casa se iban a morir", lanzó.