Claudio Gil ante los jueces

Mientras la víctima del abuso se paseaba compungido por los pasillos de Tribunales, su agresor, Claudio Gil, se mostraba sonriente, desafiante con la prensa y hasta le "gruñó" a los fotógrafos que le hacían guardia.

Gil tiene 5 penas, una por quemar a su madre. Y 3 por matar a homosexuales, a los que odia.  El hombre de 46 años había sido descripto por psicólogos como alguien "camaleónico" que finge y busca adaptarse para sacar provecho o establecer "relaciones parasitarias" con los otros. Y, esencialmente, como alguien con una ambigüedad sexual, un psicópata sádico que odia a los homosexuales.

En la mañana de hoy llegó a Tribunales para enfrentar un nuevo juicio, esta vez por abusar y golpear a otro reo. 

Custodiado por tres policías, Gil se mostró sonriente, desafiante y  hasta le gruñó a un fotógrafo. Durante  su breve recorrido por Tribunales, los uniformados despejaron  los pasillos alertados por la violencia del hombre.

Una vez en la sala, se sentó frente a el juez José Atenágoras Vega con una actitud provocativa a la espera del veredicto por quemar con agua caliente a otro reo y  haberlo obligarlo a practicarle sexo oral. 

Así llegaba a la sala de audiencia: