Durante la época del verano son habituales las tormentas eléctricas en San Juan, pero pocas veces tienen consecuencias graves en las personas. Anoche, en Rivadavia, un joven de 19 años murió al ser alcanzado por un rayo y el caso recordó las dos muertes que se produjeron en enero de 2007, en Jáchal. En esa oportunidad fue una centalla, la que mató a un padre y su hija.

El hecho se produjo durante una fuerte tormenta que afectó a gran parte de la provincia. En ese momento, Eulalio Balmaceda (55) y su hija Claudia (34) estaban en medio de plantaciones de alfalfa de la finca en la que el hombre se desempeñaba como casero.

Aún no llovía, pero el cielo estaba completamente cubierto. En ese momento, la bola de fuego cayó del cielo y se descargó sobre ellos, produciéndoles graves quemaduras y la muerte inmediata.

La centella es un fenómeno de las tormentas eléctricas que toma la forma de un brillante objeto flotante que, a diferencia de la breve descarga del rayo común, es persistente. Puede moverse lenta o rápidamente, o permanecer casi estacionario.