"Me sacaron $150.000, metí la pata, me confié, uno cree que nunca le va a pasar", dijo ayer Mario Rodolfo Castro (61), totalmente resignado por el dinero que perdió tras caer en un engaño telefónico de desconocidos, que le hicieron creer que su hijo estaba internado y necesitaba ser operado.

El hombre tiene un taller de tornería y ese dinero eran ahorros suyos y de su esposa. Pasado el mediodía del último miércoles, mientras se encontraba en su casa del Barrio Bardiani, en Capital, sonó el teléfono y de inmediato quedó perturbado. La llamada supuestamente provenía del Hospital Marcial Quiroga y era una persona que le comunicaba que habían internado de urgencia a uno de sus hijos (le dijeron el nombre), que trabaja con él en el taller y que pasa gran cantidad de tiempo en su casa, pero que justo no estaba. Con el pretexto de que el muchacho tenía que ser intervenido quirúrgicamente, le solicitaron dinero y le pidieron que lo llevara a una dirección en Santa Lucía.

Castro dudó: quiso llamarle a su hijo, pero insólitamente le contestaron que no lo hiciera porque el teléfono se le había caído al agua. Y para hacer creíble el engaño le pasaron con el "médico" que lo iba a operar, que lo convenció para que entregara la plata.

La víctima se subió a su camioneta y partió con sus ahorros a la calle San Lorenzo, al Oeste de Cabildo, a pasos de la seccional 29na de Santa Lucía. Sin pensarlo, le dio el dinero a un hombre delgado que le dijeron que era hijo del médico, aunque resulta contradictorio pues cuando radicó la denuncia la víctima lo describió como señor mayor, de unos 60 años, que llegó a su encuentro caminando, indicaron en la Policía. Lo concreto es que, una vez que se deshizo de los billetes, a eso de las 13, llamó a su hija. La mujer, llamada Anabela Castro (34), de inmediato le recriminó lo que acababa de hacer y, cuando le llamaron al "internado" y respondió que no estaba en ningún hospital. Dieron aviso a la Policía, pero nada pudieron hacer para dar con el cobrador.

Para peor, en esa zona casi que no hay cámaras de seguridad. Un comercio ubicado enfrente de donde se produjo la entrega tiene, pero no se alcanza a ver la maniobra, indicaron fuentes policiales, por lo que la investigación parece complicada. Pesquisas de Defraudaciones y Estafas, con apoyo de la seccional 29na, recorrieron la zona buscando testigos que hayan podido ver algo.