Aún lucía bien vestido y sus bolsillos conservaban su billetera con algo de dinero y la tarjeta SUBE, su teléfono y dos paquetes de cigarrillos. Cuando lo desvistieron para que lo revisara el médico, no presentaba las lesiones que suelen dejar los ataques violentos, pero sí aquellas del arrastre por un cauce caudaloso y otras, también menores, que se produjeron cuando unos vecinos de 25 de Mayo lo sacaron del agua, arrastrándolo por las paredes de cemento de esa gran corriente que deriva de uno de los principales cursos de agua para riego en la provincia: el Canal Perón.

Lo que ayer no terminaba de cerrar era cómo fue que Timoteo Segundo Pastén (66 años) fue a parar al agua.

Desde el entorno de la víctima tenían dudas, pero cuando la autopsia reveló que había muerto ahogado y no presentaba lesiones o signos de haber sido víctima de un ataque violento, parecieron inclinarse hacia la principal hipótesis de los investigadores: que el hombre pudo caer al agua por descuido o por accidente.

Padre de cuatro hijos, separado, Pastén había salido de su casa en la finca en la que es encargado, en 9 de Julio, rumbo a un festejo que se iba a realizar en un club de Angaco. Hasta uno de sus hermanos había estado con él. Y todo parece indicar que cayó al agua por accidente y momentos antes de que unos vecinos en la zona de calle Divisoria (un par de kilómetros al norte de la Ruta 155) en 25 de Mayo, lo vieran flotando y lo sacaran del agua, el domingo sobre las 21.

Aunque la principal hipótesis es que Pastén sufrió una muerte accidental, Fiscalía y los policías de Homicidios recabarán toda la evidencia posible para determinar si el caso cierra o no con esa teoría.