Esta era Yamila Pérez, que fue asesinada poco tiempo después de haber dado a luz.
 

Uno de los casos más aberrantes de la historia policial moderna de la provincia de San Juan escribió este jueves un capítulo clave. La Justicia decidió procesar con prisión preventiva -seguirá en en el Penal- a Evaristo Luciano Molina, el jubilado de 69 años que está acusado de asesinar brutalmente a Yamila Lucía Pérez, de 25 años, en junio pasado.

Lo procesaron por el delito de homicidio doblemente agravado por alevosía y violencia de género. Si bien Molina confesó el crimen el 5 de julio pasado, las pruebas genéticas también complicaron al anciano: un cotejo de ADN con muestras rescatadas de un pantalón y uno de los cuchillos secuestrados de la casa Molina en el barrio Costa Canal I, en Capital, complicó aún más a este jubilado, pues reveló que se corresponden con el ADN de 25.

Yamila apareció muerta en un descampado en inmediaciones de Callejón Muñoz y Luna, en El Mogote, Chimbas. Su cuerpo estaba desmembrado.



Según el hombre, lo hizo porque le pedía plata a cambio de no decirle a su mujer que tenían una relación de sexo a cambio de dinero, pues la joven (era prostituta y adicta a las drogas) ya le había causado problemas en una ocasión y Molina fue echado de su casa.

Molina cayó por un papel con la prescripción del oculista que visitaba. Y fueron policías de Homicidios quienes secuestraron cuchillos y ropa con manchas sospechosas por orden del juez Guillermo Adárvez, quien le atribuye a Molina un homicidio agravado.