La jueza Ana Carolina Parra, titular del Segundo Juzgado Correccional, sobreseyó total y definitivamente a Daniel Horacio Flores, un penitenciario de 47 años que había sido acusado de amenazar de muerte con un arma de fuego a su expareja. La resolución fue a tono con el pedido de la defensora Carla Manini.

Según fuentes judiciales, no se encontraron elementos para culpabilizar al imputado, que había sido denunciado por la mujer el 3 de noviembre de 2020. En ese momento ella dijo que los hechos habían ocurrido varios meses atrás y que no había ido antes por vergüenza.

Al momento de exponerlo ante la Justicia, la denunciante enumeró algunos episodios violentos que supuestamente había sufrido a manos de Flores. Por ejemplo, dijo que en una oportunidad le llamó al teléfono fijo para pedirle dinero para cubrir las necesidades del hijo que tienen en común (el nene ahora tiene 3 años), a lo que el penitenciario le manifestó "denunciame, yo voy a estar preso, salgo y te meto un tiro a vos y al niño".

La mujer dijo desconocer la fecha en la que ocurrió esa situación, mientras que, continuando con su versión de los hechos, declaró que posteriormente a esa llamada, en los primeros días de septiembre de 2020, Flores le pidió disculpas y le requirió ver a su hijo. Ella dijo que accedió, sin imaginarse que Flores, cuando fue a su casa de Santa Lucía, iba a tomar su arma reglamentaria de su bolso. La mujer denunció que su ex le apuntó a su cuerpo mientras le manifestaba "mirá, si vos denuncias esto es lo que voy a usar".

Tras radicar la denuncia penal, la denunciante aportó capturas de pantalla de conversaciones con Flores que daban cuenta de una relación conflictiva. Sin embargo, según la resolución de la jueza, "ello no es óbice para tener por acreditado ningún tipo de amenaza, ya que incluso se observa que las conversaciones no guardan coherencia temporal entre sí, por lo que se puede inferir que la denunciante seleccionó parte de esas conversaciones, impidiendo así observar un contexto real de esos dichos".

La disposición judicial agrega que "solo se encuentra la palabra de la denunciante en contra del imputado, lo que resulta totalmente insuficiente para conmover el estado de inocencia. No ha sido posible determinar la responsabilidad ni tampoco cómo sucedió verdaderamente, si es que así lo fuera, el hecho que aquí se investiga (...) No se ha probado en ningún momento que el hecho denunciado se haya cometido y tampoco hay más elementos de prueba a colectar".

Sobre Flores pesaba además una prohibición de acercamiento a su expareja y a su hijo, medida que ahora fue derribada por la jueza.

Según Manini, abogada del penitenciario, Flores perdió tres ascensos por culpa de esta falsa denuncia. El hombre reviste la jerarquía de Ayudante de 4ta y por todo lo que le tocó pasar en estos dos años, evalúa iniciar acciones contra su ex por daños y perjuicios, confrimó la defensora.