El juez de Garantías Javier Figuerola condenó a un sujeto llamado Franco Rafael Molina Naranjo a 7 años de prisión por el delito de publicación y tenencia de pornografía infantil.

Se trata del mismo castigo que había pedido el fiscal de la UFI Anivi Roberto Mallea (acompañado por la ayudante fiscal Andrea Insegna). Aunque la defensa había solicitado que se lo declarara inimputable por supuestos problemas psiquiátricos, las pericias no favorecieron ese argumento y en la tarde de este jueves terminó condenado. Para derribar esa estategia de la defensa el Ministerio Público Fiscal contaba con un informe en el que los especialistas aseguraban que Molina Naranjo puede comprender la criminalidad de sus actos, señalaron fuentes judiciales.

Fiscalía comenzó con las averiguaciones en marzo del año pasado, luego de que llegara a la provincia, a través de la Red 24/7, un reporte del Centro Nacional para Niños Desaparecidos y Explotados (National Center for Missing and Exploited Children, NCMEC).

Molina Naranjo fue detenido el 21 de septiembre pasado. Ese día le secuestraron dispositivos electrónicos y los peritajes arrojaron que tenía material pornográfico en una computadora y un celular, según fuentes del caso.
Además, se comprobó que había distribuido material a través de Facebook. En los videos y las imágenes aparecían víctimas de menos de 13 años, lo que configuró un agravante del delito.

GOLPEADOR

En mayo del año pasado el mismo sujeto había sido condenado en Flagrancia a 10 meses de prisión condicional (sin encierro) por las lesiones leves que le causó a una mujer con la que convivía.

Ese hecho había ocurrido el 19 de mayo. A eso de las 20, una joven llegó hasta la comisaría 27ma, en el Barrio Aramburu, corriendo y pidiendo auxilio. A los gritos explicó a los policías que era perseguida por un amigo de ella con quien convivía en uno de los departamentos de los monoblocks, frente de la sede policial. La mujer dijo que Molina Naranjo le había pegado una patada en las piernas y piñas en el rostro, por una discusión que habían tenido instantes antes, porque su amigo arrojó a su gato por la ventana, generando la discordia. Agregó que el hombre la quiso echar del departamento y, mientras ella buscaba algo para cargar sus cosas e irse, recibió la agresión física, que continuó hasta que ella pudo salir de la vivienda, mientras le decía: "Andate a la m..., seguro me vas a denunciar".

Luego del relato de la chica -que sangraba en su boca-, arribó a la comisaría el sujeto y allí lo aprehendieron.
El castigo de 10 meses que aceptó aquella vez fue unificado con la nueva condena, aplicándose una pena única de 7 años y 10 meses de prisión.

Fuentes judiciales aseguraron que Molina Naranjo con anteriorioridad estuvo internado por problemas de adicción a las drogas y el alcohol.