El asesino silencioso hizo estragos en un hogar al cobrarse la vida de un joven, la de su madre y la de un concuñado. Ninguno de los tres sobrevivió a la intoxicación con monóxido de carbono emanado por un calefactor que presuntamente funcionó mal por falta de ventilación, dijeron fuentes judiciales.

La triple desgracia, la peor en los últimos 10 años (ver al pie), ocurrió en un departamento del primer piso del consorcio Centro Empleados de Comercio en Avenida Rawson al 425 (N), Capital. Ese lugar era alquilado por Antonio "Tony" Olivencia (29), recibido hace poco de ingeniero electromecánico. Allí vivía junto a su novia, Julieta Peña, embarazada del primer hijo de ambos.

La versión de los investigadores indica que sobre las 21.30 del lunes Peña no se sintió bien, llamaron a su hermana, que es enfermera y llegó acompañada por su pareja, el abogado Federico Leuzzi (32). También fue por la casa Laura Azucena Sánchez (59), madre de Olivencia y dueña de una tienda de uniformes.

Según los pesquisas, la enfermera revisó a su hermana y decidieron llamar a una ambulancia. En ese momento creían que los síntomas eran propios del embarazo. Pero estaban equivocados, porque cuando la atendieron en el Hospital Rawson descubrieron que tenía signos de intoxicación con monóxido de carbono. Las hermanas de inmediato se desesperaron, porque en el departamento habían quedado sus novios y la otra mujer. El shock aumentó cuando ninguno de ellos atendió los teléfonos. Entonces llamaron a su abuela, que vive en otro departamento del mismo consorcio, y fue esa mujer la que sobre la 1.30 de ayer se encontró con la espantosa escena. Olivencia estaba tendido en el baño, pues al parecer al empezar a sentirse mal intentó darse una ducha. Leuzzi se encontraba en un sofá en el comedor y a Sánchez la hallaron en la cocina.

En la casa hubo gritos pero nadie pudo hacer nada para salvarlos. La hipótesis es que las víctimas sin darse cuenta empezaron a intoxicarse lentamente con el monóxido de carbono, que es un gas altamente tóxico producido por una combustión incompleta o deficiente. ¿Qué pasó? La principal teoría anoche era que el grave problema fue la escasa o directamente nula ventilación que había en el hogar. Todo indica que una vez que se fueron las hermanas, creyendo que los síntomas de una de ellas eran por su embarazo, los otros volvieron a cerrar la puerta. Las ventanas tampoco estaban abiertas y la sospecha es que las rendijas no funcionaban como corresponde. Los investigadores creen que ese ambiente cerrado casi herméticamente hizo que el calefactor fallara, pues ese tipo de aparato necesita oxígeno para quemar el monóxido. Una prueba realizada ayer en el hogar reveló que pudieron morir en sólo 10 minutos: los pesquisas cerraron todo, prendieron el calefactor y esperaron ese tiempo para medir el oxígeno en el ambiente. Ahí se dieron cuenta de que había sido consumido por completo, explicaron en la Justicia.

Los resultados finales de todas las pericias echarán luz al caso.

• En 10 años, al menos 13 muertos

Además de las tres personas fallecidas ayer, hubo al menos 10 más a causa del monóxido de carbono en los últimos 10 años.

*26/05/19: La niñera Deolinda Paredes (24) falleció en la casa de su patrona, en Suipacha 366 (S), Capital, por un problema con el calefón y el calefactor.

*28/06/18: Por un brasero, Julieta Mariño (10) murió en su casa de Divisoria cerca de calle 22, en 25 de Mayo.

*01/07/16: Yamila López (28) falleció por un horno y un brasero encendido en Villa Alcira, Albardón.

*20/06/15: Sara Carrizo (25) y Eduardo González (27) murieron por la falla en un calefón en Rodas al 1996, en Rawson.

*20/03/13: Una falla en un termotanque produjo la muerte de Aitiana Flores (2), en Libertador y San Juan, Santa Lucía.

*19/07/12: La rosarina Melani Osuna (19) perdió la vida por cuatro hornallas abiertas sin estar encendidas, en el Bº ATE API, Rivadavia.

*16/07/12: Enzo Frías (23), mientras cuidaba un barrio en construcción en San Isidro, San Martín, hizo fuego y se calentó con brasas para dormir. Lo hallaron muerto.

*26/05/11: Susana Carrizo (68) y Ovidio Merele (69) se intoxicaron en su casa del Bº Frondizi, Capital.