El femicidio de una mujer embarazada de cuatro meses conmocionó esta madrugada a la localidad bonaerense de 9 de Julio. Micaela Zalazar, que además era mamá de otros dos nenes, había denunciado a su expareja dos veces por violencia de género y tenía una restricción perimetral, pero eso no impidió que Renzo Pancera la golpeara hasta matarla.

El acusado, un exboxeador de 25 años de quien la víctima se había separado recientemente, se dio a la fuga y fue detenido horas después por la Policía Bonaerense por los delitos de homicidio calificado y aborto en concurso real. También se secuestró el celular de la víctima, que será peritado y el resultado podría ser clave para el avance de la causa.

La víctima de la brutal paliza fue derivada de urgencia anoche al Hospital Zonal Julio de Vedia, donde ingresó con una hemorragia abdominal y el bazo sanguíneo roto. Perdió primero el embarazo y finalmente murió también ella, pese al esfuerzo de los médicos por salvarla.

Según los primeros testimonios surgidos en la investigación, Micaela y el femicida estaban en pareja desde 2012, tuvieron dos hijos y un tercero en camino pero actualmente estaban separados por los reiterados episodios de violencia de género. Sin embargo, al parecer, la víctima había conseguido una orden de restricción de acercamiento pero no había recibido aún el botón antipánico.

Este lunes, distintas organizaciones feministas y familiares de la víctima convocaron a una marcha bajo la consigna “Ni Una Menos” en la plaza Belgrano a partir de las 16.