Adentro y afuera. El fuego provocó daños en los muebles y artefactos de la cocina de esa casa de Concepción.

La mala suerte parece que se ensañó con un policía que, en la misma noche, sufrió dos hechos desgraciados. Todo pasó mientras él y su familia dormían. Primero le robaron dos de las cubiertas de su auto, cuyo costado derecho quedó apoyado sobre unos ladrillos. Después tuvieron que salir corriendo a la calle porque se le prendió fuego la cocina de la casa producto de un cortocircuito.

Definitivamente, la de ayer fue la peor noche del agente Horacio José y su familia en esa casa de calle Corrientes, entre Rioja y Caseros, en Concepción, Capital.

Él mismo policía contó que a eso de las 2.30 de la mañana se despertó por un ruido que escuchó en la vereda. Sospechó algo raro y salió a la puerta, pero no vio nada extraño. Su Chevrolet Spin estaba tal como lo había dejado estacionado, cerca de la medianera. Entonces volvió a la cama y continuó durmiendo.

La tranquilidad no le duró mucho. Alrededor de las 3.10 saltó de la cama cuando escuchó una pequeño estallido y empezó a ver fuego en la cocina. "Hubo un cortocircuito en la heladera. Eso inició el incendio. Y fue una desgracia con suerte, porque lo primero que atiné fue a sacar a mi mujer, a los dos niños y a mi suegra", relató el policía. Las llamas dañaron algunos muebles y artefactos, pero no llegó a mayores. Es que el policía actuó rápido hasta que llegaron los bomberos.

Afuera estaba el auto, que quedó sin dos ruedas.


En medio de ese caos, y cuando trataban de calmar a la familia del policía, alguien se percató de un pequeño detalle en el auto. El costado derecho del vehículo estaba apoyado sobre unos ladrillos. Fue ahí que el agente José se acercó a mirar el vehículo y descubrió que unos ladrones le habían robado las dos ruedas del lado derecho.