El viernes un siniestro vial terminó en tragedia en Pocito. Un violento triple choque registrado a las 9.45 en la intersección de Ruta 40 y Calle 9 dejó como saldo la muerte de Juan Agapito Cabrera, un vendedor de verduras que trabajaba habitualmente en esa esquina. Por el hecho, este lunes, quedó imputado un jubilado, Miguel Ángel Ávila, de 70 años, conductor de la Renault Kangoo, que desencadenó la tragedia. Tras finalizar la llamada audiencia de formalización, el hombre recuperó la libertad y será investigado por el término de un año.
Ávila estuvo representado legalmente por los abogados Nestor Olivera y Marcelo Sandez Luján, mientras que el fiscal Francisco Nicolía y la ayudante fiscal Gimena Cornejo formularon los cargos, en una audiencia presidida por el juez Roberto Montilla.
Al conductor de la Kangoo le imputaron el delito de homicidio culposo agravado por la conducción imprudente, un año de investigación penal preparatoria y quedó en libertad bajo normas que, entre otras cosas, lo obligan a presentarse una vez al mes en la Comisaría 7ma y la prohibición de salir de la provincia sin autorización judicial.
“Pido perdón y me pongo a disposición de la Justicia”, dijo Ávila
This browser does not support the video element.
Según las primeras pericias y testimonios incorporados al expediente, el siniestro se originó cuando una Renault Kangoo que circulaba por Ruta 40 no frenó ante un semáforo en rojo y lo hacía a alta velocidad. Esa maniobra imprudente desencadenó una secuencia fatal.
De acuerdo al informe preliminar de la UFI Delitos Especiales, una Toyota Hilux conducida por Andrés Emanuel Bustos se encontraba detenida en el carril oeste de Ruta 40, aguardando el cambio de semáforo. Detrás de la camioneta estaba un Fiat Palio al mando de Carla Antonela Navarro Martínez, quien viajaba acompañada por Gabriel Agustín Regó Puente Dura.
En ese contexto apareció la Renault Kangoo, conducida por Miguel Ángel Ávila, que embistió violentamente a los dos vehículos que estaban detenidos. El impacto fue tan fuerte que la Kangoo salió despedida por el aire y perdió completamente el control. La secuencia terminó de convertirse en tragedia cuando el utilitario cayó sobre la banquina y arrolló a Cabrera, que se encontraba junto a su Dodge 1500 estacionado, vendiendo verduras como lo hacía a diario. El hombre murió en el lugar, pese a la rápida llegada de una ambulancia.
Los ocupantes de la Kangoo fueron asistidos en el lugar y no necesitaron ser trasladados a un centro de salud. En tanto, los dos jóvenes que viajaban en el Fiat Palio fueron derivados al Hospital Rawson, donde quedaron internados fuera de peligro. El conductor de la Hilux resultó ileso.

