La interminable disputa política entre el intendente de Angaco, el bloquista Carlos Maza, y la mayoría opositora en el Concejo Deliberante sigue dejando consecuencias. La última tiene que ver con el freno en el traspaso de 36 contratados a la planta permanente del municipio. De hecho, el gremio SUOEM acudió a la Justicia para pedir que se cumpla el convenio firmado por las incorporaciones, mientras que desde la comuna solicitaron que sean citados los tres ediles rivales, ya que son los que "han decidido no ratificar" el acuerdo. Sin embargo, sufrieron un revés y el tema sigue paralizado.

Los nombramientos datan de 2019 y, en ese entonces, fue cuestionado por el Sindicato Unión Obreros y Empleados Municipales (SUOEM), ya que solicitaba, antes que nada, una recategorización del personal. Sin embargo, en diciembre del año pasado, el gremio y el municipio llegaron a un acuerdo para que se ratificaran las 36 incorporaciones y que se llevara a cabo un esquema de ascensos del personal de planta permanente. Dicho convenio fue homologado en la Justicia, pero no se pudo poner en práctica, ya que el Concejo Deliberante "lo archivó", según el planteo del Ejecutivo.

Por eso, por un lado, el sindicato le solicitó a principios de este mes a la jueza Adriana Tettamanti, del Contencioso Administrativo, que ordenara la ejecución del acuerdo y, debido al incumplimiento, la imposición de astreintes (una multa económica diaria) a la municipalidad y funcionarios. Sin embargo, la magistrada no le hizo lugar al pedido porque el convenio "no ha previsto plazo de cumplimiento", lo que impide poner en práctica lo pedido por SUOEM.

Por el otro, el municipio solicitó la citación judicial de los concejales Claudio Palacio, Natalia Marín y Valeria Olivera, dado que son los que ostentan la mayoría opositora en el Legislativo y los que no han ratificado el convenio. Sin embargo, la jueza también se negó al pedido debido a que el acuerdo firmado en una instancia de mediación obligatoria fue entre el gremio y el intendente, por lo que no incluyó a los ediles. El planteo "excede el objeto" del acuerdo, indicaron fuentes calificadas.

Así, el tema sigue frenado y no se vislumbra una solución política, por lo menos en esta gestión, debido al enfrentamiento entre el jefe comunal y los concejales opositores, sumado a que queda poco menos de dos meses para el final de la gestión de Maza, quien le dejará el mando a José Castro.

El bloquista había asumido en 2019 con una mayoría oficialista ajustada en el Legislativo, tres de cinco concejales: Palacio, Alejandro Paredes y Cecilia Naveda. Sin embargo, el primero comenzó a manifestar sus diferencias con el intendente a fines de 2020, se acentuaron en los primeros meses de 2021, hasta que el vínculo se rompió definitivamente. Así, Palacio se alió con las opositoras Marín y Olivera, las que habían ingresado a sus puestos de la mano del entonces exintendente Castro. Desde entonces, se constituyó una nueva mayoría, opositora en este caso, la que ha tenido distintos cruces con Maza (ver Conflictos...).

El actual jefe comunal buscó la reelección el 14 de mayo, pero perdió ante Castro, quien el 10 de diciembre volverá al sillón municipal, luego de las gestiones 2011-2015 y 2015-2019. La transición viene sin ningún contacto.

> Conflictos sin fin

Las peleas entre el intendente y el Concejo fueron varias. Por ejemplo, los opositores no trataron el pedido de Carlos Maza para cambiarle el destino del terreno donde estaba prevista la construcción de un Parque Industrial para hacer un barrio con 150 casas. Los tres ediles de la oposición llegaron a sesionar en la plaza departamental debido a que habían señalado que no les cedieron el recinto legislativo. Con la nueva mayoría, hubo una fuerte disputa por la conducción del Concejo, la que llevó a la judicialización y el parate de las actividades. El tratamiento del presupuesto de este año también estuvo en el centro de la tormenta política, al igual que los recursos para el Legislativo.