Tensa, difícil, incómoda, así calificaron fuentes oficiales a la reunión que mantuvo el gobernador Sergio Uñac con el CEO de Barrick Gold Corporation, el canadiense Kelvin Dushnisky. El encuentro se produjo ayer en la siesta y surgió después que el mandatario condicionara la continuidad de esa empresa en San Juan, tras el incidente en Veladero, el martes de la semana pasada.

La compañía minera presentó un plan de trabajo que fue rechazado por las autoridades locales y, tras mantener un segundo encuentro ayer mismo, los protagonistas quedaron en hacer otra reunión, pero junto a autoridades nacionales de Minería o, posiblemente, con Ambiente entre hoy y mañana. El Gobierno quiere medidas de fondo que los canadienses no ofrecieron hasta el momento.

La historia es bastante conocida: el martes de la semana pasada, alrededor de las 17, se produjo el desacople de un caño en el valle de lixiviación, lo que provocó que solución rica (minerales más solución cianurada) fugaran, pero dentro de los límites del valle. Al otro día el gobernador Uñac decidió suspender el proceso de lixiviación hasta tanto la compañía cambie los conductores dañados. A la vez, una denuncia de un concejal jachallero provocó que la Justicia tomara la misma decisión que el Ejecutivo, la que se mantiene hasta el momento.

La reunión se extendió por casi dos horas y de ella participaron los ministros más cercanos al gobernador Sergio Uñac.

Uñac, furioso con el tercer incidente en poco más de un año y medio, decidió el día jueves medidas extremas y le pidió a su ministro de Minería, Alberto Hensel, que convoque a las máximas autoridades de la multinacional para una reunión en Argentina. El encuentro se produjo ayer en la siesta y, según un comunicado que el gobierno envió ayer muy tarde a los medios, del mitín participaron Uñac, Hensel y los ministros de Gobierno Emilio Baistrocchi y de Hacienda, Roberto Gattoni.

También estuvo el secretario de Gestión Ambiental y Control Minero, Eduardo Machuca. Y por parte de la empresa asistieron Dushnisky; Manuel Rocha, vicepresidente Senior y Fernando Giannoni, director Ejecutivo en Argentina.

El escueto escrito enviado por el gobierno asegura que “en la ocasión se analizó la situación del funcionamiento operacional de Veladero a raíz de los eventos de público conocimiento, y los directivos expusieron un plan de trabajo en este sentido, que luego de ser discutido por las autoridades provinciales fue desestimado”.

El escrito finaliza asegurando que, “posteriormente se estableció una segunda reunión en la que participarán autoridades nacionales que se definirá en el corto plazo”. Fuentes del sector agregaron que el motivo de la diferencia es que la compañía no ofreció medidas de fondo, como pretendía el gobierno.

El planteo, según fuentes calificadas, fue solamente para reparar lo dañado y Uñac exigió garantías sobre el futuro trabajo de la compañía en San Juan y fue allí donde no se pusieron de acuerdo. Desde ambos sectores decidieron llamar a la Nación, para que oficiara de “árbitro”.