El uso de barbijos caseros se extiende en la sociedad más allá de la discusión sobre su conveniencia sanitaria. Pero mientras las autoridades dan recomendaciones ambiguas, los infectólogos advierten sobre errores frecuentes que se comenten al usarlos sin las prevenciones necesarias.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) insiste en que no hay suficiente evidencia para determinar el uso masivo de barbijos ante la pandemia. Y los científicos del Consejo Consultivo de TN advierten sobre la falsa sensación de seguridad que puede provocar la utilización de mascarillas fabricadas sin los requisitos estandarizados de calidad.

Los errores que señalan los especialistas son los siguientes:

1- Creer que la protección frente al virus está garantizada. Se debe mantener en cambio el estricto lavado de manos y el distanciamiento social. Un tapabocas no evita en muchos casos que las gotículas infectadas salgan de la tos o el estornudo de un paciente con COVID-19 o ingresen por nariz y boca en el organismo de una personas sana.

2- Cubrir la boca y no la nariz. Las mascarillas caseras suelen dificultar la respiración, por su equivocado diseño anatómico. Y entonces descuidan las vías de acceso de los virus.

3- Tocar la tela o sus elásticos con frecuencia. Acerca los gérmenes de las manos a las zonas peligrosas para los contagios. Hay que lavarse las manos antes de llevarlas a la cara.

4- Ponérselos a los bebés. Los tapabocas están desaconsejados para chicos menores de 2 años, porque se pueden ahogar. Tener presente que no pueden sacarse los barbijos sin ayuda.

5- No lavarlos. Los tapabocas de tela pueden ser reutilizables. Pero hay que lavarlos con agua y jabón blanco con alta frecuencia, para que no se conviertan en foco de infección.

La Ciudad de Buenos Aires recomendó a sus ciudadanos que salgan a la calle con la boca tapada, mientras que las provincias de Catamarca, La Rioja, Misiones, Jujuy, Santiago del Estero y Salta impusieron el uso de barbijos, cualquiera sea su calidad.