Sólo el 25% de los pacientes que necesitan trasplante de médula ósea tienen un familiar compatible, según especialistas argentinos.

"Es muy importante la donación voluntaria de médula ósea ya que la compatibilidad entre hermanos de los mismos padres es de 25%", dijo el doctor bonaerense Maximiliano Morales, paciente trasplantado de médula ósea, autor del libro "En un segundo, de médico a paciente" y voluntario de Asociación Civil Linfomas Argentina (ACLA).

"En Argentina se realizan trasplantes de médula ósea desde 1986, habiendo sido pioneros el Hospital Británico de Buenos Aires y el Hospital Naval Buenos Aires. Aproximadamente el 75% de las personas que necesitan un trasplante de médula ósea no tienen un donante compatible dentro de su grupo familiar. Por eso en esos casos se debe recurrir a un donante no emparentado", detalló el doctor Claudio Dufour, director médico de BioCells Argentina y exjefe de la Unidad de Trasplante de Médula Ósea del Hospital Naval Buenos Aires.

Hoy es el Día Nacional de la Donación de Médula Ósea. En Argentina, el 1 de abril de 2003 se creó el Registro Nacional de Donantes de Células Progenitoras Hematopoyéticas (CPH). Permitió en sus 20 años de funcionamiento ininterrumpido que más de 1.500 personas que no contaban con un donante compatible en Argentina recibieran el trasplante de médula ósea que necesitaban para seguir viviendo, informó el Instituto Nacional Central Único Coordinador de Ablación e Implante (INCUCAI).

El trasplante de médula ósea muchas veces es la única opción para el tratamiento de leucemias agudas, los linfomas, los síndromes mielodisplásicos, la mielofibrosis, las aplasias o fallos medulares e inmunodeficiencias congénitas.

"El trasplante de médula es un tratamiento en el que se reemplazan las células enfermas de la médula ósea por células madre provenientes de la médula de un donante sano compatible, que es lo que se denomina trasplante alogénico; o proveniente de una extracción previa almacenada del mismo paciente o trasplante autólogo", explicó la médica hematóloga Sofía Burgos.

La médula ósea se puede donar de dos formas: la primera es por aféresis. Unos días antes de la extracción, el donante se aplica unas inyecciones en el abdomen y en el día de la donación se le coloca un catéter en una vena por donde sale la sangre y entra a una máquina que separa las células madre y lo demás es restituido al donante. Es muy parecido a una donación de sangre. La segunda forma es por extracción directa en quirófano. Este es un método poco utilizado, pero se lo prefiere en casos pediátricos y en enfermedades específicas. Se realiza bajo sedación, extrayendo la médula del hueso a través de la pelvis.

"Mucha gente no sabe que las células madre que se extraen de la sangre y tejido del cordón umbilical, que en más del 80% de los casos se desecha, pueden donarse. La donación de las células madre de los recién nacidos es un gran acto de amor y altruismo", sumó Dufour.

Para la donación en adultos, hay que inscribirse en el Registro de Donantes Voluntarios de CPH y se requiere tener entre 18 y 40 años, gozar de buena salud, tener un peso mínimo de 50 kilos y no tener antecedentes de enfermedades hepáticas, cardíacas, ni infectocontagiosas.

Récord

Un total de 91 donaciones efectivas de médula ósea se concretaron en la Argentina en lo que va del año, la cifra anual "más alta" alcanzada desde la creación del Registro Nacional de Células Progenitoras Hematopoyéticas (CPH), dependiente del INCUCAI.