A un mes de iniciar su gestión a cargo de la Universidad Nacional de San Juan, el rector Tadeo Berenguer hizo un balance de las tareas que ha podido desarrollar y contó con qué situación se encontró al asumir. "El tema edilicio hoy es la primera falencia de la Universidad", aseguró.

"Yo, siendo decano, sabía más o menos como estaban las cosas en la universidad. Todo se estaba gestionando con un estilo diferente al que pretendemos y al que estamos aplicando", comenzó contado Berenguer en el programa "A todo o nada", de radio Sarmiento.

Y aseguró que, "había antes un verticalismo muy marcado en los manejos. Nosotros hemos empezado a aliviar a las facultades un poco, los servicios de la facultades los va a abordar el rectorado para que ellas puedan destinar esos fondos a otros aspectos. Además, hemos logrado que la semana que viene se realice una reunión del Consejo Superior para tratar el presupuesto 2021, que tenemos que abordar recién ahora porque la gestión anterior decidió no tratarlo".

En cuanto a qué se pretende establecer en cuanto a los fondos, indicó que "se ha hecho un presupuesto participativo. Ya nos queda poco tiempo para terminar este año, pero hemos decidido abordar los lineamientos para esta última etapa con una distribución y una ayuda a las facultades, con los requerimientos y la autonomía que necesita cada una para elaborar sus proyectos".

En este contexto, Berenguer indicó que el presupuesto al que se accedió este año la UNSJ, del cual se utilizó ya el 60 por ciento, fue de  5.700 millones de pesos. Pero con partidas adicionales, para becas, extensión, Ciencia y Técnica, más algunos ingresos, la UNSJ tenía alrededor de 7.500 millones de pesos para aborda las problemáticas.

Con el dinero que queda, según indicó Berenguer, se han incrementado las becas, para las cuales se usan más de 100 millones de pesos. "El aumento ha sido una necesidad surgida fundamentalmente debido a la pandemia y a la situación socioeconómica que se ha generado", explicó el Rector.

Y agregó, "para las obras vinculadas al sismo -ocurrido en enero pasado en San Juan- el Consejo Superior adjudicó en marzo 100 millones de pesos. Esto sirvió para atender urgencias, de las cuales ya se ha ejecutado el 70 por ciento. Pero hay daños que no se alcanzan a cubrir con ese monto. Se han hecho reuniones para mejorar esa inversión".

A la vez aseguró: "El tema edilicio hoy es la primera falencia de la Universidad. Tenemos muchos espacios inhabilitados por el sismo, que sumado al tema de las burbujas y el distanciamiento impuesto por la pandemia, nos reduce más el índice de ocupación del espacio. Nosotros calculamos que los fondos necesarios para hacer las reparaciones estructurales, que son las más costosas, ascienden a mil millones de pesos. Pero esta es una estimación muy global, tenemos que armar los proyectos y sacar los costos. Las demoras están en los pasos administrativos que no se condicen con las necesidades, pero que tenemos que cubrir. La consolidación de estructuras son palabras mayores, pero hay una voluntad política de hacer las mejoras en las estructuras que se han resistido".