Videos: Marcos Carrizo - DIARIO DE CUYO

 

 

La curiosidad por la programación los llevó a lugares que jamás imaginaron, muy lejos de la escuela de Pozo de los Algarrobos a la que asisten. Adquirieron un gran conocimiento en informática en poco tiempo y, con mucho esfuerzo, consiguieron ser campeones de un certamen educativo de nivel nacional, estuvieron junto al presidente Macri, se convirtieron en verdaderos héroes en Caucete y llegaron hasta la prestigiosa Universidad de California en Davis, Estados Unidos. Una verdadera historia de película para Francisco Ramos, Adrián Aciar y Leandro Olmos, tres alumnos de 5º año de la modalidad Humanidades y Ciencias Sociales de la Escuela Obispo Zapata.

 

Todo comenzó en agosto del 2017, cuando el establecimiento rural fue designado como escuela del futuro y quedaron inmersos en el Plan Aprender Conectados. Eso implicó contar con 13 kits de robótica que los chicos comenzaron a descubrir un tiempo después. Francisco tomó la iniciativa y, con algunos conocimientos en programación que ya tenía incorporados, formó un grupo con Adrián y Leandro. Luego de varios meses de experimentos y estudios, todo en horario extraescolar, decidieron crear un novedoso videojuego llamado Optimum, que consiste en un sistema virtual de recolección de basura (similar al famoso Pac-Man) y cuyo principal objetivo es concientizar sobre el cuidado del medioambiente.

 

 

 

 

“Este año empezamos a capacitarnos todos los sábados en el Colegio Superior N°1 de Rawson, donde nos llevaba desde Pozo de los Algarrobos nuestra directora Ivanna Rivas en su propio auto. Además, incorporamos tutoriales de You Tube y eso nos sirvió mucho”, expresó Leandro. Se dividieron los trabajos: por un lado, Francisco se encargó de la programación, mientras que Adrián y Leandro fueron los responsables de la interfaz, el escenario, el diseño y los personajes. Con la plataforma aceitada, comenzaron a participar en la Maratón Nacional de Programación y Robótica, una competencia que reunió a chicos de todo el país.

 

La maratón es de carácter formativo y el objetivo es que los estudiantes piensen y desarrollen soluciones de programación y tecnología a problemas reales, para dar respuesta a los desafíos que se proponen, relacionados con el medio ambiente. Los programas creados permiten tomar conciencia sobre diferentes problemáticas que surgen a partir de la basura y la contaminación y que, a su vez, condicionan el derecho de los seres humanos a un ambiente sano.

 

 

 

El desafío les sentó muy bien y sortearon sin problemas las dos primeras instancias, que fueron virtuales (participaron más de 2.500 equipos, 7.500 estudiantes y 1.300 docentes de las 24 jurisdicciones de Argentina). Eso significó clasificar a la final, pero lejos de relajarse, continuaron con las capacitaciones para potenciar sus conocimientos. El próximo destino era el Ministerio de Educación de la Nación, en Buenos Aires, para afrontar la última fase del concurso. “Viajar por primera vez a la capital del país y hacerlo en avión fue emocionante, inolvidable”, fue el común de las afirmaciones al describir lo que vivieron en septiembre pasado.

 

 

 

 

Tras volar por primera vez en sus vidas, se instalaron en Capital Federal durante dos días y se midieron frente a chicos de Mendoza y Córdoba. “Nuestros rivales estaban mejor que nosotros en cuanto a la capacitación y tecnología de sus escuelas, pero pudimos sacar provecho del gran esfuerzo que hicimos y terminamos saliendo campeones en la categoría Secundaria Ciclo Orientado no Técnico”, contó Adrián.

 

 

 

 

Con una alegría que los invadió en el Salón Blanco de la cartera de Educación, las autoridades les prometieron una sorpresa y los subieron a un vehículo. Tanto Francisco, como Adrián y Leandro, no supieron en ningún momento donde estaban. “Cuando arribamos nos dijeron que estábamos en la Casa Rosada y que íbamos a conocer al presidente. En ese momento nos pusimos aún más nerviosos”, detalló Francisco, quien agregó que “luego ingresamos y ahí llegó Mauricio Macri. Él (primer mandatario) nos preguntó cuál fue nuestro proyecto, cómo empezamos, en qué condiciones se encuentra nuestra escuela y nos alentó a que siguiéramos por el camino del aprendizaje”.

 

 

 

 

Llegó la hora de volver a su Caucete natal y caer un poco en la realidad después de todo lo vivido, pero no pudieron porque, al llegar al aeropuerto Domingo Faustino Sarmiento, fueron recibidos por decenas de personas que los hicieron sentir unos verdaderos rockstars, o como si hubieran ganado la Copa del Mundo. Pero el logro de los tres alumnos de la Escuela Obispo Zapata fue mucho más significativo por tratarse de una competencia educativa. Por eso, familiares, amigos, compañeros y medios de comunicación los esperaron para felicitarlos y, de paso, acompañarlos en una emotiva caravana por el departamento del Este.

 

 

 

 

Arribaron a sus casas, contaron cada paso de la experiencia vivida y descansaron. Días después, la agenda continuó y fueron homenajeados por el Concejo Deliberante de Caucete, por la Cámara de Diputados de la provincia y recibidos por el gobernador Sergio Uñac y el ministro de Educación, Felipe De Los Ríos. Hasta ese momento sintieron que una gran parte de la travesía ya había pasado, pero que quedaba lo mejor: viajar a Estados Unidos para exponer el videojuego Optimum en la prestigiosa Universidad de California en Davis, el gran premio que obtuvieron en la Maratón de Robótica.

 

 

 

 

Continuaron preparándose en Rawson, pero en vez de hacerlo solamente los sábados, asistieron todos los días durante un mes. Pero ya no tuvieron que molestar más a la directora, porque como ya consiguieron chapa de genios, una combi del Gobierno los trasladó de ida y vuelta durante ese periodo. Entonces, con los conocimientos más que asentados, partieron rumbo a América del Norte. “No podíamos creer que íbamos a salir del país, fue impactante poder conocer el primer mundo de la programación. Fuimos al Silicon Valley y pudimos recorrer las instalaciones de grandes firmas como Google, Facebook, Apple, Microsoft, entre otras, además de visitar la Universidad de Stanford y el mítico puente llamado Golden Gate”, relató Francisco.

 

 

 

 

 

 

En la Universidad de California en Davis los chicos cauceteros expusieron su creación y obtuvieron mejores calificaciones que sus compatriotas de Santiago del Estero y Córdoba, quienes habían viajado junto a ellos por haber ganado en otras categorías del certamen nacional. Al regresar, con los bolsos cargados de aprendizaje, fueron recibiendo innumerables regalos que quedarán para la escuela que los vio crecer. La Secretaria de Gestión Educativa de Nación les regaló una impresora 3D, la Banca Nacional de Valores les donó ocho computadoras y un switch, una pareja de Neuquén les compró una notebook y otras personas y entidades les obsequiaron libros, ropa y zapatillas.

 

 

 

 

Ya consagrados como cracks de la programación pero sabiendo que deben continuar con los pies sobre la tierra para seguir creciendo, brindaron charlas en la escuela Pérez Ciani y participaron en un desafio de tecnología, además de competir un Torneo Provincial de Robótica, Videojuegos y Arduino de la Universidad Católica de Cuyo (también fueron premiados) y participar de un intercambio educativo en la escuela IPETYM N° 246 “Dr. Amadeo Sabattini” de Córdoba, con la misión de crear proyectos de robótica.

 

 

 

 

A pesar de todo lo que vivieron en un breve lapso de tiempo, Francisco, Adrián y Leandro continúan portando la bandera de la humildad. “Ahora sigue nuestra vida normal y apostando a la programación. Esto no se termina acá y vamos a seguir metiéndole empeño porque aún queda mucho por recorrer, gracias a Dios pudimos darle muchos beneficios a nuestra escuela y se nos abrieron muchas puertas”, coincidieron.

 

Además, los tres genios que pasearon sus conocimientos por el país y los llevaron hasta Estados Unidos, cerraron uniéndose en un mensaje más que alentador: “A nuestros compañeros siempre les decimos que no bajen los brazos y que siempre miren para adelante. Que no hace falta tener siempre todos los recursos, sino que en cualquier lugar, con esfuerzo y sacrificio, todo se puede lograr”.

 

La Escuela Obispo Zapata, según su propia directora

 

 

 

 

 

Situada en la localidad rural de Pozo de los Algarrobos, a 12 kilómetros de la diagonal de Caucete, la centenaria Escuela Obispo Zapata cuenta en la actualidad con 190 alumnos. La mitad de los chicos vive en la zona, pero el resto tiene que acceder caminando o en bicicleta desde lugares aledaños. Para los niños que llegan desde Pie de Palo hay un colectivo, de la línea 50, que solo pasa tres veces al día por el establecimiento escolar.

 

En 1999 implementaron el ciclo básico y desde febrero de este año se lleva adelante la construcción de la escuela secundaria. Gracias a distintas gestiones y colaboraciones, en la actualidad todos los chicos tienen acceso al comedor infantil y las jornadas escolares se hacen más amenas. En el video, la directora Ivanna Rivas cuenta todos los detalles de la Escuela Obispo Zapata.