El Ministerio de Turismo había anticipado que durante la noche del Carrusel del Sol iba a haber inspectores municipales para decomisar toda la mercadería que corresponda a espuma, como así también para aplicar de multas a los comerciantes que la estén vendiendo, porque argumentaron que el uso de ese elemento de cotillón "deteriora la puesta en escena, el vestuario y los carruajes".

Y así fue, hubo un fuerte control para evitar la venta y el uso de espuma durante el desfile de Carruajes, pero así y todo no pudieron evitar a rajatabla que se cumpliera, debido a que se vieron niños arrojando este elemento en distintos sectores de la Avenida Ignacio de la Roza.