Las vidrieras de los locales comerciales explotan de calabazas, máscaras y disfraces de muertos y malos espíritus, y ya hay hasta una agenda de actividades artísticas y de entretenimiento vinculadas al terror. Es que el 31 de octubre es Halloween, una celebración pagana que cada vez está más arraigada en la provincia gracias a la globalización y al cine. La Iglesia local dijo que "no censura" esta actividad, aunque llamó a "no tentar al mal" y a no festejar la Noche de Brujas. En su lugar propuso celebrar Holywins, que es la Fiesta de Todos los Santos.

Los sacerdotes consultados para esta nota coincidieron en afirmar que Halloween es una fiesta pagana con la que se invoca al mal. Y que, más allá de que algunos la tomen como una actividad divertida y que sólo consiste en disfrazarse, es "tentar al mal". "En Halloween hay un culto a las tinieblas, a la oscuridad, a la hechicería y todo lo que no tiene que ver con Dios, sino con el demonio. Obviamente que no promovemos que se celebre porque hay un mensaje de las tinieblas de fondo. Uno puede decir que sólo es disfrazarse, pero a través de esos pequeños signos uno va dejando entrar en su vida y en su corazón todas estas realidades. Por eso fomentamos la celebración de Holywins, que es la Fiesta de Todos los Santos, para promover más la santidad y la luz que la oscuridad", dijo el párroco Rodrigo Robles.

Mario Robles, obispo auxiliar de la provincia, sostuvo que en su época de párroco muchos padres le preguntaban qué hacer ante la presión social de sus hijos por participar de esta celebración y no "quedar excluidos" de la moda. Dijo que les respondió que lo mejor es conocer de qué se trata Halloween y saber que no es "tan inocente" el disfrazarse, ya que al hacerlo se está "coqueteando con el autor del mal", con la injusticia, el dolor, la enfermedad y la muerte. "Mientras que para algunas personas es la inocente actividad de disfrazarse, en otros deja consecuencias negativas. Me ha tocado acompañar a familias que sufrían con sus hijos la depresión, el miedo y la tristeza que comenzaron a padecer jugando a disfrazarse de muerte, sangre, dolor y monstruos que les terminó afectando en la vida cotidiana. Particularmente pienso que más que andar censurando que se disfracen por Halloween, hay que proponer como familia cristiana, como Iglesia, que sigamos celebrando la Fiesta de los Santos, conociendo la vida de los que nos resulten cercanos y admirables como testimonio de vida", dijo el obispo.

Por su parte, el padre Andrés Riveros sostuvo que la "Iglesia no favorece" esta festividad por estar cargada de símbolos de un origen al menos dudoso y ambiguo. Y que en su lugar sigue "anunciando y proclamando" la vida y la santidad. "Pienso que llegar a fechas llamativas, como Halloween, siempre nos invita a ejercer un cierto juicio sobre si esto debe o no celebrarse, si es del demonio o de Dios, si dejo que mis hijos lo celebren o no. Pero quizás lo importante pasa por el día a día, lo cotidiano, el elegir libremente alimentar nuestra vida espiritual con gestos concretos de amor y oración, para que al llegar una fecha como esta nuestros discursos no se carguen de un peso moral o religioso que hace ruido de repente", sostuvo.

En tanto, el sacerdote Martín Nacusi dijo que es inevitable que la celebración de Halloween prospere en la provincia debido a la globalización y a que mucha gente la defiende como una fiesta nada más. Aunque no lo es. "Si sólo pasara por disfrazarse no es tan grave, pero en la medida en que se aliente lo demoníaco y la invocación de los muertos, desde el miedo, es otro tema. Esto de si no me das dulces te maldigo, es un problema. La Iglesia no va a alentar semejante celebración, sí propone celebrar la Fiesta de Todos los Santos, el 1 de noviembre, para darle fuerza a lo bueno y no a lo malo; al amor gratuito y no al amor chantaje, esto de si no me das algo te maldigo", dijo.

Lo mismo sostuvo el sacerdote José Juan García, quien agregó que alienta a que niños y adolescentes se disfracen de santos para celebrar la santidad y la vida, en lugar del mal y la muerte.

Siguiendo esta premisa, hay parroquias que celebrarán Holywins. Es el caso de la Parroquia de Andacollo, en La Bebida, Rivadavia. Hoy llevarán a cabo un concurso de disfraces de santos en el que pueden participar niños y adolescentes. Ganarán los 2 participantes que tengan el mejor traje y que sepan de la vida del santo al que representan.

"El objetivo del concurso es incentivar a los chicos a que celebren la vida y no la muerte, también que conozcan la vida de los santos y a tomarla como ejemplo y recordar que todos estamos llamados a la santidad. Que puede ser divertido disfrazarse de un santo y recibir un caramelo o un regalo sin necesidad de vestirse de una bruja o algo monstruoso", sostuvo Cecilia Solano, integrante del grupo religioso de jóvenes Divino Niño, organizar del concurso en La Bebida.