Mientras trabajan encapsulando zonas, controlando la salud de los contagiados e hisopando al resto de los reclusos para detectar nuevos casos y evitar complicaciones, las autoridades analizan el modo en que ingresó el coronavirus al Penal de Chimbas. Eso, después de que se confirmara 51 casos nuevos en el interior del Servicio Penitenciario (44 de reclusos y 7 de personal del lugar).

"Los protocolos de prevención se aplican en el Penal desde el inicio de la pandemia. Sin embargo, tras la detección de un caso el miércoles pasado y la implementación precoz de los procedimientos planteados para estos casos, detectamos los 51 positivos", resaltó el subsecretario de Medicina Sanitaria del Ministerio de Salud, Matías Espejo.

Y agregó que: "Descartamos que el ingreso del virus se haya producido a través de familiares, porque hace 6 meses que no tienen autorizadas las visitas. También está descartado que hay sido por el ingreso de nuevos internos, porque todas las personas que llegan son aisladas por 14 días y testeadas antes de tener contacto con otros reclusos".

En ese sentido, indicó que "pero hay que tener en cuenta que en general ingresan al Servicio insumos, como ropa de cama, elementos de higiene y además está permitido que los familiares lleven mercadería. Si bien todo esto es sometido a un proceso de sanitización, como todo sistema, puede tener falencias. Esta es una de las posibilidades".

"Otro modo -agregó- puede haber sido a través del personal. Si bien hay un protocolo para su ingreso, controles de triage y se analiza las posibles sintomatologías, son más de 500 las personas que se movilizan y algún protocolo de protección se puede haber visto vulnerado".

La situación del brote dentro del Servicio Penitenciario fue detectada en las últimas horas de anoche, luego de que se conociera el resultado de los hisopados que se realizó a personas alojadas en los pabellones 5 y 6 del Servicio.

En general el estado de salud de los reclusos contagiados es bueno, sólo 13 de los 44 presentan sintomatología y es leve. Las autoridades esperan que evolucionen bien, mientras testean a internos de los pabellones 7 y 8 que son de mayor edad y presentan comorbilidades, lo que los pone en mayor riesgo antes del Covid-19.