Joselin Chávez tiene 8 años. Es alumna de la escuela Albergue Marcos Gómez Narváez, de la Sierra de Elizondo, en Valle Fértil. El año pasado, fue la protagonista de una publicación en las redes sociales que realizó un docente del establecimiento, para mostrar las extremas situaciones que algunos chicos y los maestros atraviesan para llegar hasta el establecimiento. Esto generó numerosas muestras de solidaridad que se extendieron a lo largo del tiempo. Incluso ahora, en pleno año de la pandemia, la nena volvió a ser protagonista. Un sanjuanino que vive en Neuquén le regaló un burro, para que la pequeña pueda llegar hasta la escuela a buscar las guías para seguir aprendiendo.

"Para llegar a la Sierra de Elizondo hay que atravesar caminos complicados y se puede ir en mula o burro. La escuela es albergue y ahí los chicos permanecen 10 días y luego vuelven a su casa durante 5 días", dijo Javier Ortiz, que es el maestro de la escuela y comentó cómo comenzó la curiosa historia de Jose, como ellos le dicen a la pequeña.

Javier comentó que la mayoría de los alumnos de la escuela vive en los alrededores del establecimiento, pero algunos tienen sus casas bastante lejos.

Entre ellos está Joselin, que tiene que recorrer durante dos horas y media un camino sinuoso para llegar hasta el establecimiento escolar.

"Hasta el año pasado llegaba junto a uno de sus hermanos a la escuela en un burro, pero ahora él terminó el ciclo y ella debía ir caminando", dijo el maestro y contó que, por eso, la pequeña recibió con mucha alegría el burrito que le entregaron hace unos días.

El año pasado, en pleno invierno, las peripecias de Joselin y su maestro para volver a sus casas se hicieron virales en las redes sociales. "Una mañana, cuando se habían cumplido los 10 días de clases, todos los chicos volvieron a sus casas menos Joselin y su hermano. Entonces emprendimos la vuelta juntos. Ellos viven a la mitad del camino que hago yo. Ese día llovía finito, pero constantemente. Nos pusimos bolsas en las piernas, le hicimos a Jose un chaleco con unas bolsas y emprendimos el regreso", dijo Javier, que a cada rato repite que ese día hacía mucho frío y que lo conmovió sobre manera cómo la nena tiritaba por la baja temperatura. Esa dura postal, que ellos viven durante todos los inviernos, fue compartida por el maestro en sus redes sociales cuando llegó a San Agustín, que es donde él vive. "Nunca imaginé que podía generar tanto una imagen", agregó y comentó que este año, a principio del ciclo lectivo, los chicos de la escuela recibieron de parte de un grupo de vallistas solidarios chalecos impermeables para que puedan recorrer las sierras sin mojarse. Pero la solidaridad no se detuvo ahí. Hace unas semanas, un vecino del Valle, que vive en Neuquén por cuestiones laborales, se comunicó con el maestro para ofrecer ayuda. "Yo le dije que lo mejor que le podía regalar era un burro para que ella pueda asistir a la escuela, y ahora pueda buscar las guías que están en la escuela impresas -porque allá sólo en el establecimiento hay internet- y, aunque muchos dijeron que si no era mejor un bicicleta, les expliqué que por esos caminos una bici puede ser peligrosa", explicó Javier y dijo que Marcelo Ortiz, el vallista solidario, envió el dinero para que él compre el burro y la nena pueda tener su propio animal de carga y a la vez medio de transporte.

"Quienes conocen a Joselin saben que se lo merece. Es una nena súper cariñosa y comprometida", concluyó el maestro, quien no pudo disimular el orgullo que siente de poder ayudar a esos pequeños que viven a más de 125 kilómetros de San Agustín.


Sin conexión

Las familias que viven en la Sierra de Elizondo no tienen buena conexión de internet. El único servicio de wifi que hay es el de la escuela. Es por esto que los alumnos pueden retirar las guías impresas desde el establecimiento para trabajar en sus casas.