“La cosa está difícil, por eso aprovechamos para hacer unos pesos. Yo los necesito y ellas los van a usar para sus gastos en la escuela”, contó Andrés, quien junto a sus hermanas Luz y Milagros, horneó bizcochuelo y ofreció porciones junto a vasos de gaseosas por un precio accesible. “Estamos teniendo éxito, porque la gente a lo mejor no tiene plata para comprar una botella grande, pero sí para comprarnos un vaso de bebida”, celebró el joven.