Este martes 30 de diciembre amaneció pesado en San Juan y no es casualidad. Según explicó el climatólogo Germán Poblete, el aire subtropical está dominando gran parte del país y, sumado a las tormentas aisladas de la noche del lunes, dejó una mañana con calor intenso y una sensación térmica elevada. Aunque la temperatura máxima rondará entre los 31 y 32 grados, la falta de viento sur —el gran alivio del verano— hace que el calor se sienta mucho más fuerte.

De cara al miércoles 31, una jornada clave por los festejos de fin de año, el panorama será similar: muy caluroso y con nubosidad variable, especialmente durante la tarde. Por la mañana se espera una componente sur suave, con vientos de alrededor de 20 kilómetros por hora, que podría morigerar levemente el calor. Sin embargo, la máxima alcanzaría los 37 grados.

Lo que más preocupa a muchos sanjuaninos es la noche del miércoles. Según el pronóstico, se repetirán las tormentas aisladas, similares a las registradas la noche anterior, con actividad eléctrica, truenos y relámpagos. Se trata de fenómenos muy puntuales y discontinuos, por lo que es prácticamente imposible determinar con exactitud en qué zonas se producirán.

“Hay una alta probabilidad de tormentas, pero pueden darse en lugares muy dispares, incluso cercanos entre sí. Predecir exactamente dónde van a caer es casi imposible con las herramientas actuales de micrometeorología”, explicó Poblete.

Estas tormentas ayudarán a deshidratar la atmósfera, por lo que el jueves se presentará con menos nubosidad durante el día y un predominio del sol. Esto hará que la temperatura vuelva a trepar hasta los 37 grados o más, aunque podría aumentar la nubosidad durante la noche.

El viernes se espera nubosidad más dispersa, con una máxima cercana a los 35 grados y una mínima de 23. La buena noticia es que reaparecería la componente sur, uno de los pocos alivios frente a este escenario extremo, junto con el enfriamiento evaporativo que generan las tormentas.

El sábado continuará con condiciones similares, mientras que el domingo podría darse el roce de un frente que permitiría un leve descenso de la temperatura, de 35 a 33 grados. De mantenerse el viento sur y el efecto de enfriamiento posterior a las tormentas, el calor podría dar una tregua, aunque sin desaparecer del todo.