El primer paso
La adaptación en el primer día de clases de Nivel Inicial no sólo es para el niño/a sino también para padres y maestros. Como todo inicio y más si es el primero de la familia, cabe darle el tiempo que merece.
La adaptación en el primer día de clases de Nivel Inicial no sólo es para el niño/a sino también para padres y maestros. Como todo inicio y más si es el primero de la familia, cabe darle el tiempo que merece.
El jardín está brillante con móviles nuevos, aún hay olor a pintura, frisos y carteleras de bienvenida. Todos reunidos en el salón, muchas caras nuevas y otras que conocimos años anteriores, padres, abuelos, tíos, niños, maestras y directores.
Cuanto más cómodo esté usted acerca de la decisión y cuanto más familiar pueda hacerse el entorno para su hijo, menos problemas enfrentarán usted y su pequeño.
El ingreso a la educación inicial, primer peldaño en la escolaridad formal de nuestros niños, implica el inicio de una nueva etapa evolutiva para ellos y para toda la familia, sobre todo si el que inicia es el primer hijo.
Es esperable que surjan emociones intensas, variadas y hasta contradictorias; alegría por verlos crecer, temor a ponernos a prueba como padres, pena por la separación, miedo a que extrañen, no quieran quedarse, lloren o se porten de manera inadecuada y muchas emociones más, explica la Lic. en Psicología María Inés Stanziola. Las experiencias previas, las actitudes de padres, hermanos y demás familiares, pueden ayudar a que este paso sea vivido con serenidad, alegría y entusiasmo. Y que de a poco nuestro niño/a adquiera habilidades, conocimientos, rutinas y hábitos que favorezcan su paso por la escolaridad.
Un punteo que ayuda
Ante tantas emociones, es bueno tomar el desafío, reflexionando sobre el modo de acompañar a los hijos/as para dar este paso de la mejor manera:
* Prepare el momento de despertarse con amor y paciencia. Puede poner una música que cree un clima distendido y ameno. Evite mostrarse tenso y ansioso al momento de levantarlo y prepararlo para ir al jardín, de lo contrario el niño percibirá que algo desagradable o peligroso está por ocurrir. Es esperable que se sienta ansioso, temeroso o con sueño.
* Al llegar al jardín, es posible que le cueste despegarse de usted. Deje que esté cerca durante algunos minutos y siga las sugerencias de las docentes. Evite despegarlo a la fuerza desde la entrada, prometerle comprar cosas a la salida, o amenazarlo. De lo contrario, el quedarse, nunca será vivido como parte de la vida cotidiana y requerirá de muchas condiciones.
* Muestre confianza, respeto y simpatía por docentes y directivos. Su hijo lo necesita para construir la confianza en ellos y sentir que se queda en un lugar seguro.
* Respete los momentos y lugares que los docentes marcan para acompañar a los niños o para dejar que se integren por su cuenta a las actividades de la sala. Si usted invade su espacio, su hijo probablemente va a querer irse con usted y la mejor manera de intentarlo será llorar.
* Si llora, mantenga la calma y busque ayuda en los docentes. Ellos sabrán manejar la situación.
* Recuerde siempre poner todos los elementos necesarios en la mochila. Si su hijo/a no los encuentra, se sentirá desconcertado, frustrado y enojado.
* Si hay un menú establecido para cada día, téngalo en cuenta. Así él se sentirá integrado con el grupo, evitará recibir pedidos de sus compañeros que no sabría cómo responder y evitará conflictos. Lo mismo con los juguetes que quiera llevar.
* Al buscarlo, intente no preguntar sistemáticamente a la maestra cómo se portó, así estaría mostrando desconfianza en el niño y él aprendería que al jardín va a "portarse", en vez de ir a aprender, jugar y compartir.
* Al salir los niños suelen sentirse cansados o ansiosos. Crear un clima de comprensión y afecto positivo, evitando hacer demasiadas preguntas. Así le dará oportunidad de contar espontáneamente lo que le resulta significativo de su jornada escolar.
* Relaciónese amigablemente con las familias de los compañeros y propicie encuentros fuera de la escuela. Así su hijo tendrá oportunidad de establecer relaciones de amistad y sentirse a gusto con sus pares.
Ser padres de niños que ingresan al jardín requiere paciencia, algunos esfuerzos, y sobre todo mucho amor y capacidad de comprensión para poder acompañarlos del modo que cada niño necesita, aclara la licenciada. Cada uno lo vive a su manera y siente emociones diversas. Es su primer pasito en el largo camino a la autonomía, no pueden darlo a los empujones ni tampoco tironeados hacia atrás. La compañía serena, cariñosa y constante de los adultos será su sostén y garantía para atravesarlo satisfactoriamente.
Fuente: Licenciada en Psicología - María Inés Stanziola
Terapia y Orientación a familias con niños y adolescentes.
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