Orgullo. Hugo Lloris y Didier Deschamps, capitán y DT de la selección francesa campeona del mundo, pasean la réplica de la Copa FIFA en la bienvenida en París.

Lo levantaron Pelé, Maradona, Zidane y tantos otros cracks del fútbol mundial. Y hace apenas 11 días lo alzaron los jugadores de la Selección de Francia, flamante campeona del mundo. La copa que premia al mejor del máximo torneo de fútbol organizado por la FIFA tiene su vinculación con la industria minera por los materiales que la componen. La tradicional copa mundial está fabricada sobre una base de malaquita (mineral presente en todos los continentes) y contiene más de 6,17 kilos de oro de 18 quilates, con una pureza que alcanza el 75%, convirtiéndose así en el galardón deportivo que más mineral dorado contiene a nivel mundial.


En este contexto de fiesta futbolera que terminó en octavos de final para Argentina, cabe destacar que el vencedor del torneo, Francia, recibió el trofeo sólo para posar con él, ya que tras la sesión de fotos, la selección se llevó a casa una réplica del mismo, en menor tamaño, o el derecho a lucirlo en sus vitrinas hasta la final del año siguiente.


Este nuevo trofeo de la FIFA, que no queda en propiedad de ninguna selección, posee una altura es de 37 centímetros y su fabricación tuvo un costo de 50.000 dólares, aunque, según la propia organización internacional, actualmente está valuada en más de 20 millones de dólares por su valor intrínseco. Como se mencionó anteriormente, luego de que los flashes concluyen, los equipos vencedores del Mundial reciben una copia en bronce enchapado en oro del trofeo, y deben devolver el original al organismo que organiza la competición.


Siguiendo la línea futbolística, el trofeo más prestigioso a nivel europeo, la Copa de Europa (conocida también como “La Orejona”) fue construido en 1967 y está realizado en plata. Su altura es de 71 centímetros y su peso es de 7,5 kilos. En función de su composición mineral, su valor ronda los 5.250 dólares.


Exactamente el doble pesa el trofeo de la Europa League, anteriormente llamada Copa de la UEFA: 15 kilos en plata, para un vaso octogonal, sin asas, de 71 centímetros de altura y 33 de ancho, fabricado sobre una base de mármol amarillo que tiene un costo de 9.000 dólares. Ambas copas mencionadas anteriormente son fabricadas en la ciudad italiana de Milán, en el taller del reconocido artesano de apellido Bertoni.


Otro trofeo deportivo mítico es la llamada Challenge Cup, que cada año se pone en juego en el torneo de tenis de Wimbledon, el único de los cuatro que conforman el Grand Slam que sigue disputándose sobre césped. El All England Tennis Club, organizador del torneo, invirtió 100 guineas de 1888 en la compra del trofeo, realizado en plata chapada en oro, con 45,72 centímetros de diámetro y 19 de altura. Al cambio actual, esas 100 guineas equivaldrían a unas 10.000 libras esterlinas (13.244 dólares). El vencedor del título tenísitico que se disputa tradicionalmente durante el mes de julio, solo tiene derecho a lucir el trofeo durante la sesión fotográfica y luego se lleva una réplica de menor tamaño.


En otro rubro deportivo, seguramente solo los fanáticos del automovilismo internacional sabrán lo que es el Trofeo Borg-Warner, posiblemente el mayor de los que se entregan en las competiciones deportivas en todo el mundo: nada menos que 1,60 metros de altura y 45 kilos de peso en mineral de plata. Se otorga al vencedor de las 500 Millas de Indianápolis, una de las competiciones automovilísticas más prestigiosas del mundo. Data de 1936 y en su momento costó unos 10.000 dólares que, a día de hoy, serían 1,3 millones en moneda norteamericana.

Copas y curiosidades

Resultan innumerables los trofeos que se entregan anualmente a nivel internacional. Sin embargo, entre los más costosos e importantes se encuentra el Vince Lombarda, premio que otorga la NFL en el Superbowl de Fútbol Americano. Compuesta por más de 3,18 kilos de plata, está valuada en más de 50 mil dólares y es fabricada cada año por la firma estadounidense Tiffany & Co. Por su parte, la Stanley Cup, trofeo que se le entrega al equipo ganador de a NHL de Hockey sobre hielo, mide casi un metro de altura y pesa 15,5 kilos. Está hecha de una aleación de plata y níquel, cuya valoración asciende a los 65 mil dólares. Esta copa reviste una gran curiosidad: posee un vigilante propio, quien se encarga de acompañarla a todas las celebraciones y procurar que los vencedores no se excedan con ella.