Técnicos y autoridades de la sede regional y local del Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa) recuerdan a quienes consuman carne y productos de origen porcino y de animales silvestres, que deben tener en cuenta una serie de precauciones para prevenir el contagio de la triquinosis. Es una zoonosis parasitaria endémica en Argentina. Las personas se enferman al consumir carne cruda o insuficientemente cocida y/o productos elaborados con carne de cerdo o de animales silvestres, principalmente jabalíes y pumas, que contienen en sus músculos larvas de parásitos del género Trichinella. Por eso, es también considerada una enfermedad transmitida por alimentos (ETA).


La faena doméstica y la carneada de cerdos en el campo, hábitos difundidos en la población rural y periurbana, promueven la distribución y comercialización de productos porcinos elaborados de forma casera o artesanal.


"Como en este proceso se utilizan carnes sin cocción, los chacinados y salazones resultantes pueden contener larvas de los parásitos que producen la enfermedad", explicó Esteban Zapata, coordinador de Sanidad Animal del Centro Regional Cuyo del Senasa.

El problema es la carne de cerdo cruda o poco cocida.

Una vez que las personas ingieren productos que contengan larvas de Trichinella spp., las mismas se liberan en el estómago, continúan su ciclo en el intestino y luego de reproducirse, migran por el torrente sanguíneo hacia los músculos, donde se alojan, pudiendo provocar fiebre, diarrea, hinchazón de párpados, vómitos, picazón en la piel, dolores y dificultades motrices. Esta enfermedad tiene un fuerte impacto en la salud humana. El cuadro clínico es muy variable y puede ir desde una afección asintomática hasta una enfermedad mortal. 


Con etiqueta


Por tal motivo, el Senasa a través de Claudio Rossi, especialista, con sede en Alvear esquina 25 de Mayo, de nuestra provincia, recomienda a las personas adquirir productos elaborados con carne de cerdo o de animales silvestres (principalmente de jabalíes y pumas) que posean una etiqueta rotulada, ya que nos permite conocer su origen y saber que fueron producidos en establecimientos habilitados, con carne que ha sido analizada previamente y en consecuencia, que son productos aptos para consumo humano.


En el caso de consumir productos caseros sin etiqueta, deben asegurarse de que la materia prima haya sido sometida a la prueba de digestión artificial. Es necesario el análisis de la carne cruda de cerdos o de animales silvestres antes de utilizarla para la elaboración de chacinados, como chorizo seco, salame y longaniza. Para ello, se debe remitir una muestra de carne de cada animal (entraña), con el objetivo de que sea analizada en un laboratorio para detectar la presencia de larvas de Trichinella spp. 



Más info: Web del Senasa o correo electrónico a: coorzoonosis@senasa.gob.ar.