En medio del conflicto por la falta de combustibles, el Gobierno nacional quiere negociar un aumento de entre 5% y 10%.

En el último minuto de ayer se vencía un acuerdo que mantuvo los precios fijos por 90 días. En ese contexto, el Gobierno busca que los combustibles aumenten desde hoy alrededor del 5 por ciento, "dentro del esquema de Precios Justos", según fuentes oficiales.

Si bien no precisaron cuál será magnitud de la suba, dejaron trascender que será de un dígito. Pero no descartaron que esté algo por encima de ese número. Siempre por debajo del 10%, esperan.

Se aguarda que las precisiones sobre este incremento se divulguen hoy tras una reunión entre las petroleras y el Ministerio de Economía.

Estos cambios se esperan en medio de la escasez de combustible y con los automovilistas aún haciendo fila en las estaciones de servicio.

Hoy, el ministro de Economía y candidato presidencial Sergio Massa se reunirá con los representantes de las petroleras y sellará los términos del acuerdo.

El último aumento de combustibles fue la semana posterior a las PASO (elecciones primarias), a mediados de agosto, con un 12%. A partir de allí y en medio de la escalada de la inflación tras el salto devaluatorio, el índice de precios al consumidor subió 12,4% en agosto y otro 12,7% en septiembre y se perfila al 10/11% para octubre.

En este escenario Massa dispuso un congelamiento para combustibles, tarifas y transporte público de pasajeros. Así desde agosto y con la excepción de un alza del 3% dispuesto por YPF en octubre, los combustibles están congelados. Ese acuerdo de precios terminaba anoche.

Las refinerías de Argentina abastecen el 80% del mercado local, mientras que el resto se completa con importación de combustibles. El problema surgió ante el parate técnico de una refinería de la petrolera estatal YPF, que no pudo realizar el pago del combustible importado por la escasez de dólares que sufre el Banco Central de la República Argentina y que llevó a establecer un sistema de autorizaciones para importaciones.

Al término de una reunión con la Unión Industrial Argentina (UIA), el ministro de Economía, Sergio Massa, advirtió ayer a las petroleras que no permitirá "maniobras especulativas o de lockout" destinadas a forzar un aumento del 20% o el 40% en el precio de los combustibles, porque eso significaría "llevarse puesto el bolsillo de los argentinos", al referirse a los problemas de abastecimiento en las últimas jornadas.

Massa fue consultado por la prensa sobre la normalización del abastecimiento de naftas y gasoil en las estaciones de servicio de todo el país. El ministro dijo que luego de recibir la actualización de reportes, procederá con su equipo a "hacer una evaluación de la situación" en el tramo final de la jornada.

El ministro y candidato presidencial de Unión por la Patria (UxP) el fin de semana había dado plazo hasta la medianoche de ayer a las compañías petroleras para normalizar la situación de abastecimiento de combustibles o de lo contrario la cartera económica no autorizaría "ni un barco más" de exportación de petróleo.

Los estacioneros nucleados en la Confederación de Entidades del Comercio de Hidrocarburos y Afines (Cecha) aseguraron ayer que hubo "un incremento" en la provisión de combustibles y que si el abastecimiento continúa en los volúmenes comprometidos, la situación "podrá regularizarse durante la presente semana", situación que ya comenzó a ser palpable en los grandes centros urbanos".