Luego de que el fiscal federal Gerardo Pollicita imputara al ex titular del Banco Nación durante la presidencia de Mauricio Macri, Javier González Fraga, y a los responsables de la firma Vicentín, Alberto Padoán y Gustavo Nardelli, por supuestas irregularidades en préstamos otorgados a esa empresa, el economista radical aseguró que la denuncia es “una operación mediática”.

“Esto está circulando hace varias semanas, yo no le di importancia porque es un disparate que no se puede sustentar porque se apoya en una mirada muy preliminar a los números”, aseguró González Fraga en una entrevista con radio Continental, y aseguró que “todavía no estoy notificado de la imputación, pero la realidad es distinta”.

El economista de origen radical aseguró que “Vicentín, que es uno de los clientes más viejos del Banco Nación y el más grande en las últimas décadas, tenía desde junio de 2018 un límite de endeudamiento de USD 300 millones. Vicentín exporta USD 3.000 por año y trabaja en dólares. Esos USD 300 estuvieron fijos desde junio de 2018 y cuando el dólar pasa de $ 40 a $ 60 en agosto del año pasado, su deuda pasa de $ 12 mil millones a $ 18 mil millones, pero no porque se haya llevado $ 6 mil millones del banco”.

El argumento de González Fraga es que la deuda con el Banco Nación de la empresa que el lunes pidió la apertura del concurso preventivo de acreedores tras la cesación de pagos en la que cayó en diciembre al no poder hacer frente a deudas por USD 350 millones, se multiplicó tras la devaluación después de las PASO: “Hay una norma del Central que dice que ningún deudor puede tener más del 15% de tu patrimonio. El Banco Nación, producto de las devaluaciones y las transferencias del Tesoro, pasó de USD 4.000 millones, de los cuales el 15% es USD 600 millones, a USD 1.500 millones después de agosto de 2019 y ahí quedó en exceso” la deuda de Vicentín con la entidad.

Para el economista, la empresa sufrió “una tormenta perfecta después de las PASO. Les tenía que pagar a los productores un 40% más en pesos por la devaluación, tenía una sobreoferta de cereales porque los productores apresuraron las ventas por miedo a las retenciones, y al mismo tiempo se le cerró el mercado financiero interno y externo porque se triplicó el Riesgo País. Fue una circunstancia que generó el estrés financiero de esta empresa, que no pudo cumplir con sus planes de achicar la deuda”.

Por último, González Fraga aseguró que “no hubo ninguna irregularidad” y adelantó que espera que se hagan “las auditorías correspondientes. Nos hemos manejado con mucho cuidado en el directorio. Como presidente del Banco estoy tremendamente tranquilo, que el fiscal me cite a aclarar esta situación. Vicentín tenía un año bárbaro cuando vino esta tormenta financiera por la reacción de los mercados al resultado de las pasos. No es una irregularidad, es una consecuencia propia del mercado. Esto es muy sencillo. Atrás de todo esto hay una operación mediática que ignoro las razones”.

En su imputación, el fiscal Pollicita sostuvo que “corresponde orientar la presente investigación en relación al ex titular del Banco de la Nación Argentina, Javier González Fraga, y a quienes fueron sindicados como responsables de la firma Vicentín, Alberto Padoan y Gustavo Nardelli”.

“Se desprende de la denuncia la posible existencia de una maniobra por la cual se habría perjudicado al Estado Nacional a través del otorgamiento irregular de préstamos por parte del Banco de la Nación Argentina a favor de la firma Vicentín S.A.”, afirmó el fiscal.

Esta situación “permitió a la empresa acumular una deuda con el banco de 18.500 millones de pesos, los cuales actualmente serían de cobro incierto puesto que la sociedad se encuentra en estado de cesación de pagos”.

En el dictamen, se explica que Vicentín “se aboca esencialmente al rubro de los cereales y oleaginosas”, pero además “tiene inversiones en distintas actividades como la producción de biodisel, algodón, ganadería, hilandería, etc., ubicándose entre las primeras empresas del país como consecuencia de un notable crecimiento que habría verificado entre los años 2015 y 2018”.

La investigación está a cargo del juez federal Julián Ercolini, a quien el fiscal pidió medidas de prueba entre las que se encuentra un pedido al Banco Nación de copias certificadas de los “expedientes a través de los cuales tramitaron los préstamos solicitados por parte de la firma y del legajo del referido cliente, desde el año 2015 a la actualidad”. También se solicitó que elabore un informe sobre el monto de la deuda, su composición, fecha de cada préstamo, cuotas canceladas, vencidas o no abonadas y garantías entregadas por la empresa, entre otros puntos. Además solicitó que se convoque a declarar como testigo al actual director del banco, Claudio Lozano, y que aporte una copia certificada del “Primer Informe de Situación de la firma Vicentín”.