El índice de precios al consumidor (IPC) subió 7,8% en mayo, por debajo del 8,4% que registró en abril pasado, informó ayer el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec). Fue el segundo más alto del año.

Pese a que en el Gobierno celebraron el número, vale tener en cuenta que en mayo de 2022 se había registrado un alza de 5,1%, como también que Sergio Massa asumió el Ministerio de Economía con una inflación en torno al 7%.

Un descenso del 0,6% con respecto al mes anterior puede significar un poco de aire a Massa en la recta final del cierre de listas del 24J, una fecha clave para la carrera presidencial.

Con este incremento, la inflación de los primeros cinco meses del año acumula un avance del 42,2% y de 114,2% para los últimos 12 meses.

En mayo, la división de mayor aumento fue Vivienda, agua y electricidad, con un avance de 11,9%, por la suba de tarifas de electricidad y gas por red.

Por detrás se ubicó Restaurantes y hoteles (9,3%) y Salud (9%), esta última por aumentos en medicamentos y medicina prepaga.

En mayo, la división con mayor incidencia en la evolución del índice fue Alimentos y bebidas no alcohólicas, con un incremento del 5,8%. Al interior de ese rubro se destacaron las subas de pan y cereales y de la leche, productos lácteos y huevos. En abril, la suba de Alimentos fue de 10,1%.

El número final informado por el Indec se ubicó sensiblemente por debajo del 9% proyectado por economistas y consultoras locales, en base a los resultados del Relevamiento de Expectativas del Mercado (REM) del Banco Central.

En el quinto mes del corriente año, los precios regulados -que comprenden a los servicios públicos, gas, transporte y electricidad- marcaron un aumento del 9%, mientras que el IPC núcleo subió 7,8%; y los productos y servicios estacionales, 6% promedio.

En Alimentos y bebidas no alcohólicas, en mayo las subas más importantes se dieron en los precios del tomate redondo (38,4%), seguido por arroz blanco (18%), manteca (14,1%), pan francés (13,1%), fideos para guiso (12,3%), salchichas  (11,4%) y carne picada común (4,5%).

Las bajas más marcadas se dieron en lechuga (-40,8%), naranja (-23,2%) y Limón (-7,1%). El pollo fresco, que en abril registró un incremento de 26,4%, en mayo marcó una baja de 6,2%.

Por encima del promedio de 7,8% se ubicó el Gran Buenos Aires, con una suba del 8%. En tanto, por debajo del promedio se ubicaron la región Pampeana, con un incremento del 7,7%; y Cuyo, 7,5%.

En lo que respecta a los primeros cinco meses del corriente año, el rubro Alimentos y bebidas no alcohólicas fue el que más incidió en el mismo, con una suba del 49,4%, debido esencialmente al impacto de la sequía.

Luego se anotaron subas en torno al 48% tanto en el rubro Educación; y Prendas de vestir y calzado (38,8%).

Por regiones, el Gran Buenos Aires se ubicó al frente de la suba de precios durante los primeros cinco meses del corriente año, con un acumulado del 42,9%; seguido por la región del Noroeste (42,4%), región Pampeana (42,2%); y Cuyo (41,1%).

En tanto, al analizar la inflación de los últimos 12 meses, el rubro que más subió fue Restaurantes y hoteles (134,5%).

Lejos del plan

Si bien se alejó por completo de los planes del Gobierno argentino de reducir un punto por bimestre el Índice de Precios al Consumidor (IPC), el nivel de inflación frenó la aceleración que protagonizó de forma sostenida durante seis meses.