FOTOS Maxi Huyema

Conocen su nombre porque la seño les ha leído alguna vez un cuento suyo. Pero ayer, los chicos de la escuela Francisco de Villagra de Alto de Sierra y de la escuela 12 de agosto de Pocito, pudieron conocer en persona a su autor favorito, Alberto Pez, escritor e ilustrador sanjuanino, radicado en Buenos Aires, autor de numerosos títulos para niños. Entusiasmados esperaron para escucharlo relatar cómo hace para crear una historia y se sorprendieron con sus dibujos en el pizarrón. Pez volvió a San Juan, después de cuatro años, invitado por el proyecto de lectura "Escribiendo sueños", que tiene como objetivo "promover el hábito de la lectura, acercarlos a la escritura y a la producción ilustrada", según explicó Paola Rossi, docente de la escuela Ingeniero Félix Aguilar del departamento Sarmiento, que también recibirá al escritor, quien durante la semana visitará el Colegio San Antonio de Padua, las escuelas "Periodista Luis Jorge Bates", "Saturnino Segurola", "Policía de la Provincia de San Juan" y el "ENI 13" de Rivadavia.


"¡Fue lindísimo!, Son charlas que se hacen en relación a cómo se genera un libro, cómo se presenta, cómo se presentan las maquetas de los libros. Me sirve también para volver a mi provincia y conectarme con los chicos. En Buenos Aires voy a escuelas, y siempre es algo nuevo, porque los chicos son cajas de sorpresas, son divinos, me gusta más la población de primeros lectores, saliendo de jardín hasta los 10 años, es como el momento perfectos, son muchos más compinches, se enganchan con las historias" aseguró en una charla con DIARIO DE CUYO. 

Primer encuentro. Ayer en la mañana, Alberto Pez visitó a los chicos de la escuela Francisco de Villagra en Alto de Sierra. 


Además del recorrido por las escuelas, Pez asistirá a un acto en la ENI N°13 que llevará el nombre "Mimosaurio", como el personaje del cuento más conocido de Pez, de gran difusión escolar y que incluso ha sido adaptado para obra de títeres.


"Es muy divertido que se elija el nombre de este libro y de este personaje, lo vivo con mucha alegría, es algo muy simpático, sobre todo que lo hayan elegido tanto padres, chicos y los directivos, es un halago" aseguró Pez. "Mimosaurio no es una historia sanjuanina, porque aplica a cualquier lugar, pero pude hablar un poco de mi lugar, es una ubicación geográfica para otros, pero afectiva para mí que soy de acá; y a los chicos siempre que haya un bicho de estos, les encanta. " dijo el autor que marca como importante en su carrera este libro editado primero en Colombia, con una editorial que tenía sede en Argentina y años después, cuando pudo acceder a los derechos, lanzó una segunda edición, con algunas adaptaciones para lectores más pequeños. 


El libro más nuevo es "Un mal día... el oso polar", escrito por él, con ilustraciones de Alejando O"Kif. "Es un oso que se cansa del zoológico y se quiere ir a un lugar, para él inalcanzable, pero que lo alcanza al final de la historia. Eso tiene que ver que no me gustan los zoológicos y tampoco los circos" resumió el autor que reconoció en medio de una sociedad digitalizada y atravesada por las redes sociales, "los libros subsisten, apenas sobreviven, es un tema embromado, porque el hábito de la lectura cada vez es menor... los chicos son nativos digitales, pero veo terrible que haya bebés jugando con el celular, no es para nada saludable tanto desde el punto de vista físico, porque son energías muy fuertes las de estos aparatos y por otro lado no es muy beneficiosas que estén continuamente jugando a eso. Sería mucho interesante verlos con un libro", dijo, y destacó que "hay buenos programas de lectura en el país" y en las escuelas que sirven para "empujar el hábito de la lectura" pero considera que no es suficiente. 


"Uno sabe que en la familia no se lee y si no hay padres lectores, no hay chicos lectores, salvo honrosas excepciones. Es preocupante" opinó Pez remarcó, además, que leer es un "ejercicio físico" que requiere "concentración y retención lectora". Mientras que sumó como parte del problema de la falta de lectura que "se escribe mal, se textea modificando el idioma y se hace natural. Encima políticas que tienen que ver con el lenguaje, con las que no acuerdo, que son agendas políticas que no me interesan; soy un defensor del lenguaje tal cual. Con el 'amigue' no cuenten conmigo, aunque si eso se hace una exigencia editorial, bueno, me tendría que atener al cambio de los tiempos" sostuvo, en relación al uso del lenguaje inclusivo. "No considero que podamos hacer una historia gauchesca donde los gauchos en una pulpería digan 'hola, amigue', no, eso no existe" apuntó el autor sin dejar lugar a dudas de su posición.