Beatriz Goyoaga es una reconocida periodista española, experta en política y economía. "Ciudadana del planeta", dice sobre sí misma. En uno de sus viajes conoció al místico Ravi Shankar e hizo suya esa filosofía y actualmente es la coordinadora general en Latinoamérica y España de la ONG Arte de vivir, organización creada por el maestro indio. Durante la primera parte de la pandemia, la madrileña supervisó de cerca la acción del programa integral de Arte de vivir que ayudó a más de 1.500 profesionales de la salud y a más de 5.000 docentes y alumnos con talleres gratuitos de técnicas de respiración consciente como herramienta clave para el alivio del estrés, el miedo, la ansiedad.


"No soy madre biológica pero no me siento a llorar. El universo me ha dado la oportunidad de ser mamá gallina de miles de pollitos que en este momento necesitan de mi cobijo", dijo Goyoaga a DIARIO DE CUYO, destacando que la organización a la que representa lleva 36 años funcionando y tiene presencia en 155 países. De hecho ella fue la fundadora de la sede en Argentina, a donde reside hace 30 años. 


La suya, cuenta, es una historia de superación, de enfrentarse a sus propios miedos para poder triunfar en la profesión que había elegido, el periodismo. Como corresponsal extranjera le ha tocado entrevistar a personajes de la realeza británica como la reina Isabel y las princesas Diana y Sarah; y a figuras de la política mundial como el expresidente de EEUU George Bush y Nelson Mandela. Dirigió la agencia de prensa Internacional Press Services, y trabajó para el Daily mail, el Herald, entre otros. 


-¿Cómo ha sido el trabajo desde la ONG en esta pandemia? ¿Y con los médicos?


-En estas épocas que la gente está tan mal, las mentes están exacerbadas, hay mucho miedo mañana tarde y noche, mi Whastapp arde de mensajes, uno para un pésame, alguien que busca socorro, o consuelo. cuando hace frío hay que ponerse la chaqueta. Los médicos han estado con mucho susto y mucho contagio. Pero ahora se ha descubierto que cuando uno tiene tranquilidad suben las defensas, a ellos les ha servido mucho.


-¿Cómo maneja sus propios miedos?


Yo le tenía mucho miedo a la oscuridad. Llamaba a mi mamá y aun casada, a los 23 años, con un alemán que medía 1.90 y él tenía 36 años, yo en sus brazos le decía "¿te vas a dormir mi amor? Avísame, porque me quiero dormir primero", yo tenía mucho miedo a la oscuridad. Pero gracias a la meditación y la respiración puedo caminar por la ciudad, he dado la vuelta al planeta yo sola, dos veces el perímetro de la tierra hice por tierra y aire, solita con mi maleta, mi cámara y micrófono, como periodista. Eso fue a los 40 años. 


- ¿La meditación empezó antes del periodismo, entonces? 


-Empecé en paralelo, fue mejorando mucho mi estrés, que no desaparece, está, pero puedo retomar en dos mundos. Por ahí estoy ocupada con algo, de aquí para allá y puedo parar y decir "vamos a tomar un café". Antes el estrés me minaba la cabeza, me minaba el organismo, la úlcera, la hernia de hiato, el colon irritable y otras cosas que yo no las sufrí, pero otros sí. Descubrí que él éxito con estrés no es éxito y es necesario bajar un cambio. 


- ¿Qué personajes que le tocó entrevistar le impresionaron más?


-Me impresionó como político Nelson Mandela, como personaje, la Princesa Diana, porque era verdaderamente una princesa de cuento de hadas, y como personaje de la cultura, el fundador del arte de vivir Ravi Shankar, que con una mente brillante se recibió de ciencias físicas a los 18 años, fue una mente muy precoz y me fascinó su concentración y esa paz muy especial. 


 -Desde su óptica, de tantos años abocada a las noticias políticas, ¿cómo cree que la pandemia cambió el mundo?


-Habría que hacer una división, hay cambios para mejor en lo que se refiere a la evolución, hay gente que ha buscado una vida más sana, más tranquila, hay gente que se ha dedicado a entender para qué sirve todo esto, y también hubo muchas cosas negativas, miedo, inseguridades, mucha separación por culpa de la pandemia, habrá que ver los cambios más grandes que vienen. 


La gente tiene que salir a trabajar porque si no, se mueren de hambre, si nos vamos a morir, yo incluida, será, pero no podemos tener en ningún país, a la humanidad encerrada. Lo que se ha hecho se hizo por protección, pero ahora ya la gente necesita salir, porque se van a comer unos a otros. 


-¿Con tantos años viviendo en Argentina, extraña algo de Europa?


-Mire, yo soy ciudadana del mundo, llevo viviendo en distintos países toda mi vida. Así que yo no extraño nada, donde estoy soy feliz. Yo elegí quedarme en Argentina. Estoy muy feliz y todos vienen a visitarme y estoy contenta de compartir este segundo hogar que es Argentina para los españoles.