A Carolina Pampita Ardohain y a Laura Panam Franco las une la tragedia: ambas sufrieron y superaron una terrible pérdida, como es la muerte de un hijo. 

La modelo y conductora sufrió la pérdida de su hija Blanca en septiembre de 2012, mientras que la animadora infantil vivió un momento muy doloroso cuando murió su hija Chiara en mayo de 2013.

Ambas se encontraron y compartieron sus dramáticas experiencias en Pampita Íntima, el ciclo de NET TV. "Nosotras atravesamos ese dolor y no nos instalamos en el sufrimiento. Sino que pensamos en nuestros propios hijos, pensamos en rodearnos de amor, pensamos en que la vida continúa y que tenemos que ponernos de pie", dijo Panam, generando empatía con su entrevistadora.

"Las mujeres tal vez nos ven y se sienten más animadas", aseguró la animadora y Pampita le dio la razón: "Sienten que se puede".

"Creo que todo eso te va transformando, cambiando. Pero es un aprendizaje donde tenemos que resignarnos, porque nadie eligió lo que pasó. Obvio que nosotras no elegimos lo que pasó, pero sabemos qué hacer con lo que pasó", agregó la conductora infantil, que señaló: "El dolor es inevitable, el sufrimiento es opcional".

Luego, la conductora le preguntó puntualmente cómo volvió a tomar fuerzas: "En ese momento, te enojás, te bloqueás, ves todo oscuro, que no hay ilusión de nada. Mi marido Ricky fue muy importante. Mi hijo Luca en ese momento tenía tres años y era la luz de mis ojos. Enseguida quise trabajar y rodearme de chicos que son pureza total. De a poquito me fui poniendo de pie".

"No quería que mi hijo me vea tirada, sino que me vea de pie, como una guerrera, con ganas de vivir", agregó.

Por su parte, Pampita le contó que la fue a ver al teatro apenas meses después de la muerte de Chiara y que la emoción le resultó inevitable. "Brotaron las lágrimas. Nos conmoviste a todos", le dijo.

Y Panam finalizó: "Todos me ayudaron de alguna manera. Es un mimo que la gente te siga, te escriba cartas, te dé palabras de aliento, se sienta con empatía con lo que sucedió. Lo importante es rodearnos de amor, no falla. Cuando uno pone en la balanza y pone más amor que la tristeza, yo creo que uno va empezando a sonreír otra vez y va llenándose de alegría".