Darío Benedetto no ha tenido el partido soñado en Córdoba. El delantero tuvo la oportunidad de poner en ventaja a su equipo y, tanto a minutos del entretiempo como promediando el segundo, pudo haber marcado el descuento. Sin embargo, le faltó pericia en el cálculo... y también, algo de suerte, durante la final de la Copa Superliga entre Boca y Tigre.

Benedetto falló la primera clara del partido a los 15 minutos del primer tiempo: Mauro Zárate trazó un pase perfecto y vertical y lo dejó mano a mano con Marinelli. El Pipa adelantó la pelota, enfrentó al arquero y decidió apuntar al primer palo y rematar de manera potente. Apuntó perfecto, el 9: la pelota dio en el poste y salió...   

Tuvo la oportunidad, Benedetto, de redimirse sobre el final del primer tiempo. Porque Carlos Tevez aprovechó la segunda jugada de un balón parado y envió un centro al segundo palo buscando, precisamente, al Pipa. El 9 de Boca intentó rematar de tijera/chilena, y el gesto técnico fue impecable. Sin embargo, lo que le falló fue el cálculo: la pelota pasó de largo...

La segunda parte tampoco fue del todo buena para Benedetto. Porque, primero, tuvo la posibilidad de convertir de cabeza luego de un centro perfecto de Lisandro López desde la derecha: el ariete se lanzó de palomita y la pelota pasó muy, muy cerca del palo izquierdo de Marinelli. Y, al minuto, falló otra clarísima cuando remató de media distancia y su tiro salió pegadito al poste derecho luego del desvío de Marinelli.

¿Puede ser tan mala una final? Sí que puede. De hecho, Benedetto falló otra clarísima a los 32 minutos del segundo tiempo, cuando cabeceó un centro excelente de Tevez y su testazo fue a dar al travesaño. Y, al ratito, elevó demasiado un remate al anticipar al primer palo un pase preciso.

Benedetto, así, se quedó con las ganas de convertir y de cortar una racha sin goles que data de abril: su última conquista fue de penal en el empate 2-2 ante Tolima, en condición de visitante (24/4). Lleva cinco encuentros sin embocarla, sin contar el primer tiempo en el Kempes. Además, desde el 3/2 que no marca un gol por torneos locales. El último que convirtió por un campeonato argentino había sido ante Godoy Cruz, en la Bombonera.

Fuente: Olé