El encuentro entre Racing y Tigre se suspendió cuando promediaba el primer tiempo debido a que el campo de juego no estaba en condiciones por la intensa lluvia.

Hasta ese momento era un gran encuentro y estaba igualado 1-1: Diego González abrió el marcador al minuto e inmediatamente después Sebastián Rincón lo empató tras una mala salida de Agustín Orion con los pies.

A los 21, el árbitro Pedro Argañaraz paró el partido al ver que la pelota no circulaba bien pero los jugadores quisieron seguir jugando. Sin embargo, no pasó mucho más para que el juez tomara la decisión de detener el partido.