La permanente actitud ofensiva de Cecilia Román, ganando el centro del cuadrilátero y haciendo retroceder a la venezolana. Anticipándola con sus envíos y conectando las mejores manos, como esta derecha larga, le permitieron retener sin problemas su corona.

Luego de diez asaltos, casi calcados, con poca emoción, la sanjuanina María Cecilia Román (12-4-1) venció por puntos en fallo unánime a la venezolana Ana María Lozano (14-8-1, 11 KO) y retuvo por segunda vez la corona gallo de la FIB (Federación Internacional de Boxeo). La pelea estelar de una velada realizada en el Club Julio Mocoroa tuvo, como se preveía en el análisis previo, un desarrollo que dependió, pura y exclusivamente, de la boxeadora local.

Román fue la que propuso. Fue quien, aun siendo campeona, peleó tratando de ganar algo. Y en realidad, después de la fatídica noche del pasado 15 de diciembre cuando fue declarada ganadora por descalificación en una determinación errónea del árbitro, necesitaba ganar con claridad para convencer que el cinturón que le arrebató en agosto del año pasado a Cecilia Duer calza bien en su cintura.

A Cecilia le alcanzó con una actitud ofensiva de anticipo y traslación continua.


Anoche ante el, por momentos, atronador aliento del público que colmó las instalaciones del estadio "Armando Quiroga", Cecilia fue edificando una victoria clara e indiscutible. Que pudo haber sido contundente si luego del gran cross derecho que conectó en el primer asalto que hizo retroceder a la venezolana hubiera combinado otra mano.

Apoyada en su mejor fundamentación, Román fue sumando puntos con el simple y sencillo argumento de anticipar con su jab y, haciendo cintura, meterse en la distancia para largar su derecha recta o voleada que llegaba siempre, a veces con más claridad que otras, pero que complicaba a una Lozano demasiado timorata.

En ese devenir de ganar el centro del ring y lanzar dos o tres manos, algunas por adentro sorprendiendo, para luego con astucia dar el paso atrás y dejar fuera de distancia cualquier arresto contraofensivo de su adversaria, Román fue sumando puntos. Así ganó los primeros seis rounds.

Perdió el sexto y el séptimo, no porque Lozano haya hecho demasiado, sino porque la caribeña conectó un par de manos un poco más claras. Luego, en los tres asaltos finales, fue Román quien salió otra vez a mandar con un jab más firme y la actitud de prenderse en algún cruce, aun sabiendo que Lozano tiene manos pesadas.

¿Por qué ganó Román? Porque fue la que siempre quiso pelear. Lo hizo bajo sus condiciones, es decir que de las dos fue la que hizo lo que quiso, lo que había preparado durante cuatro meses pensando en lavar lo que fue una afrenta deportiva, aun cuando ella no tenía nada que ver. Porque fue la mejor fundamentada, la más inteligente y la que tenía en claro su misión.
 

La gloria. Cecilia, subida en andas, festeja la victoria, que será histórica porque fue en la primera pelea por título del mundo en el Mocoroa.

Inapelable fallo unánime


Los tres jurados coincidieron en darle la victoria por puntos a la boxeadora sanjuanina. Las tres tarjetas marcaron con claridad lo acontecido sobre el cuadrilátero. Néstor Savino y Javier Geido vieron ganar a la campeona mundial por 98 a 92; en tanto que Javier Geido la vio ganar con mayor claridad 99 a 91.

Para el equipo periodístico de Boxeo de Primera, que se emitió por TyC Sports, también ganó Román por 97 puntos a 93. La tarjeta de DIARIO DE CUYO coincidió con la de dos de los jurados, 98 a 92 para la boxeadora sanjuanina, que mantuvo su título y recibió el cariño de los aficionados quienes aprobaron las tres tarjetas. El público, que nunca se equivoca, aplaudió a rabiar a Román.

Fotos: Mariano Arias y Maximiliano Huyema

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Publicado por Diario de Cuyo en martes, 10 de abril de 2018