El bicampeón de la Copa América, el que llegaba con muchas dudas al torneo, dejó en claro que es nuevamente un gran candidato. Sí, Chile mostró su personalidad contra Ecuador y se impuso con un 2-1 que lo depositó en los cuartos de final. Y de paso, el combinado transandino le dio una mano enorme a la Argentina al dejar al Tri muy mal parado (no tiene puntos) pensando en los mejores terceros. Ahora, los del Bolillo Gómez se jugarán todas las cartas contra Japón para soñar con el milagro.

La Roja fue a buscar la clasificación con mucha actitud en los primeros minutos y consiguió la ventaja rápidamente, con un buen remate de José Pedro Fuenzalida. Pero poco después del grito del ex Boca, apareció Jhegson Méndez en el área trasandina y Gabriel Arias cortó con falta su recorrido. Patricio Loustau no dudó en cobrar, Enner Valencia tampoco a la hora de patear desde los doce pasos. Después, el protagonismo pasó a ser para un encuentro lleno de faltas y que llegó a estar parado durante siete minutos por la revisión de un supuesto foul del arquero de Racing a Romario Ibarra.

Los dirigidos por Reinaldo Rueda apostaron a la presión alta tras el descanso. Y si bien parecía que la diferencia iba a llegar por ese lado, se repitió la fórmula del primer gritó: pelota sin dueño en el área ecuatoriana y remate defectuoso de Alexis Sánchez, que Alexander Domínguez igualmente no pudo contener. Para el archivo quedará que Gabriel Achillier, con el partido ya totalmente controlado por los campeones vigentes, vio la roja directa al pegarle un codazo a Arturo Vidal.