Una ráfaga de emociones, mucha tensión y un par de polémicas con Néstor Pitana como centro condimentaron el clásico cordobés que Talleres y Belgrano igualaron 1 a 1 en el estadio Mario Alberto Kempes, por la 24ª jornada del Campeonato de Primera División. Matías Suárez adelantó a la visita y Ezequiel Rescaldani empardó para el local, que mantuvo su racha de 16 años sin derrotas ante su tradicional rival en la máxima categoría.

 

Si bien el cruce entre los dos gigantes de la provincia prometía un tentador duelo futbolero, resultaba muy difícil desvincularlo del funesto recuerdo de lo ocurrido el 15 de abril, cuando se habían enfrentado por última vez y Emanuel Balbo, simpatizante de Belgrano, había sido asesinado por un grupo de hinchas del mismo club que lo habían golpeado y lo habían arrojado al vacío desde una de las cabeceras del Kempes.

 

Al momento de que la pelota corriera y ante un marco imponente en el estadio, colmado esta vez por público de Talleres, el equipo de Sebastián Méndez se adelantó cuando apenas se habían jugado 7 minutos: Matías Suárez le ganó de arriba un balón a Pablo Guiñazú, Mariano Barbieri recogió el balón y lo cedió al exjugador de Anderlecht, quien definió con un bombazo alto y al primer palo.

Si embargo el elenco de Frank Kudelka, que no contaba con una de sus principales figuras, Emanuel Reynoso (fue imputado por su presunta participación en un tiroteo ocurrido el miércoles), se repuso y alcanzó el empate a los 30, cuando Nicolás Giménez profundizó para Victorio Ramis, quien llegó al fondo por la derecha y le sirvió el tanto a Rescaldani. El delantero solo tuvo que empujar y salir a festejar.

Sobre el final de la etapa se produjo la maniobra que desencadenó el reclamo masivo de los jugadores de Belgrano: Matías Suárez levantó vuelo a toda velocidad en un contragolpe y se encaminaba a encontrar cara a cara al arquero Guido Herrera, pero Juan Cruz Komar lo detuvo con un grosero agarrón. Pitana sancionó tiro libre en la medialuna (acertó, pese al reclamo de penal), pero solo le mostró la amarilla al defensor, quien debió haber sido expulsado.

 

En el complemento la intensidad y el alto voltaje del clásico se mantuvieron, aunque el nivel del juego cayó respecto a lo que ambos conjuntos habían exhibido en el primer período. El equipo de Kudelka fue el que buscó con mayor enjundia y generó las ocasiones más claras. Una de ellas, con una maniobra personal de Sebastián Palacios cuyo remate, que buscaba el segundo palo, rozó en un defensor y salió al córner. Otra con un cabezazo de Gonzalo Klusener (había reemplazado a Rescaldani), tras un tiro libre de Leonardo Gil, que salió pegado al poste izquierdo.

 

Así como Belgrano había tenido motivos para reclamar en el primer tiempo, Talleres también se quejó ante Pitana por una maniobra en la que un remate de Komar se estrelló contra el brazo derecho de Guillermo Farré y que debió haber sido sancionada con penal, pero el árbitro no hizo la misma evaluación.