Una, dos, tres, mil preguntas le habían formulado durante la semana a Santiago Solari sobre la inclusión o no en el primer equipo de Real Madrid de Vinicius. El jovencito brasileño, del que tanto se venía hablando, salió al rescate de un flojísimo equipo y fue partícipe necesario del gol en contra que abrió el partido que el equipo dirigido por el entrenador argentino terminó ganando 2 a 0 ante Valladolid por la 11ª fecha de la Liga de España.

“Por este escudo hay que morir en las gradas y en el campo”, decía la pancarta que exhibió un grupo de hinchas en la cabecera sur del Bernabéu antes del inicio del duelo. Una señal evidente de la disconformidad de los simpatizantes con el rendimiento de un equipo que venía de ser cacheteado por Barcelona (1-5 en el Camp Nou) y no había ganado en sus últimas cinco presentaciones en la Liga (un empate y cuatro derrotas).

En el primer tiempo, los madrileños no mostraron una cara demasiado distinta a la exhibida en los últimos partidos de la efímera gestión de Julen Lopetegui. Tuvo un arranque prometedor, aunque muy rápido se desdibujó y no pudo complicar a un adversario bien cerrado en el fondo. Un cabezazo apenas desviado de Gareth Bale fue la mejor del local en ese período.

Por su parte, los vallisoletanos, recién ascendidos y de buena campaña en el tramo inicial de la temporada (llegaron sextos a esta jornada), no se achicaron en el último cuarto de hora, apuraron y estuvieron cerca con un toque de Antoñito que superó al belga Thibaut Courtois, pero voló por encima del travesaño.

Después de los silbidos con los que el público despidió al equipo antes del entretiempo, Real Madrid volvió con bríos renovados para disputar el complemento. Un bombazo desde fuera del área del brasileño Casemiro exigió al arquero Jordi Masip.

Pero a medida que corrían los minutos, el local se iba desesperando y empezaba a regalar espacios en el fondo, que la visita empezaba a explotar de contra. Primero el travesaño repelió un remate de Rubén Alcaraz y enseguida debió intervenir Courtois para evitar el gol de Toni Villa.

Solari, que volvía a pisar el Bernabéu después de 13 años, 6 meses y 22 días (su último partido como jugador del club fue el 10 de abril de 2005, con victoria 4 a 2 sobre Barcelona), echo mano a Isco y Lucas Vázquez para dar vigor al ataque, pero no hubo respuestas.

Y entonces apareció Vinicius. El pibe de 18 años, el dueño de la cautivante sonrisa de brackets, hizo lo suyo. Embarullado por momentos, se animó a gambetear y a desafiar a la férrea defensa rival.

En uno de esos intentos, el brasileño se metió al área por la izquierda y probó. A mitad de camino entre un centro y un disparo al arco, su remate chocó contra Kiko Oliva, descolocó a Masip y terminó en la red. Gol, reverencias a la tribuna y alivio.

Ya no hubo tiempo para la reacción del duro Valladolid. En cambio, el equipo de Solari pudo llegar al segundo con un penal tras otra maniobra de Vinicius y una infracción de Calero sobre Karim Benzema. El capitán Sergio Ramos, que debió escuchar algunos silbidos en su camino hasta el área, remató a lo Panenka y selló el 2 a 0 definitivo.

Con esta victoria, la segunda desde que Solari reemplazó en el banco a Julen Lopetegui (el miércoles había goleado 4 a 0 a Melilla por la Copa del Rey), Real Madrid escaló hasta el sexto puesto de la Liga con 17 puntos, uno más que su vencido.

El Atlético no pudo

Más temprano, el Atlético de Madrid de Diego Simeone había dejado escapar la chance de trepar a la punta de la Liga, al menos por unas horas, al igualar 1 a 1 en su visita al Leganés de Mauricio Pellegrino.

El conjunto rojiblanco, que contó con Ángel Correa en los primeros 64 minutos de juego (fue reemplazado por Vitolo), se adelantó a los 24 minutos del complemento con un tiro libre del francés Antoine Griezmann que el arquero Iván Cuéllar podría haber desviado con algo más de esmero.

Pero el local empardó a ocho minutos del cierre gracias a Guido Carrillo. El ex delantero de Estudiantes, que había entrado 11 minutos antes en reemplazo de Juanfrán, recogió un rebote en el travesaño tras un remate de Rodrigo Tarín y empujó el balón hacia la red. Gol de goleador.

Con esta igualdad, el equipo de Simeone llegó a 20 puntos y quedó a uno de Barcelona, que más tarde visitará a Rayo Vallecano. Por su parte, los conducidos por Pellegrino suman 9 y permanecen en puestos de descenso.