Ángel Di María debió dejar la cancha en el partido que el PSG perdió 2 a 1 ante el Nantes, por la Ligue 1, a los 12 minutos del segundo tiempo, ante una urgencia familiar. El técnico, Mauricio Pochettino, fue advertido a través de Leonardo, director deportivo del club, quien bajó de la platea hasta el banco. Entonces, el entrenador decidió el ingreso de Paredes en lugar de Fideo, y acompañó al ex Rosario Central al vestuario.

Eso fue la primera señal de la gravedad de la situación, ya que el entrenador se tomó cerca de un minuto para volver a la cancha, ya que la prioridad era darle la información y contención al futbolista. 

Luego se supo que hubo un robo en la casa, con retención de su familia, su mujer, Jorgelina Cardoso, y sus dos hijas, mientras se consumaba el asalto, por eso varios medios calificaron la situación de "secuestro". Parte de la prensa gala aseguró que había más personas en el departamento del futbolista.

Pocas horas antes del partido, Jorgelina había subido un video en Instagram en la que una de sus hijas jugaba en el living de la casa. La pareja tiene dos niñas. Tanto la esposa como las hijas no tienen heridas, según se reportó.

Además, se supo que los padres de Marquinhos, compañero de Di María, también habían sido asaltados en su hogar durante el juego. Sergio Rico y Mauro Icardi, integrantes del plantel, habían sufrido robos durante la temporada. 

El partido iba 1 a 1 al momento de la salida de Di María y el visitante lo terminó ganando 2 a 1, lo cual dejó al PSG sin la punta de la Ligue 1. Pochettino dijo al final: "Hay situaciones extradeportivas que explican la segunda mitad. Todo fuera del fútbol".