Tuvieron personalidad y se la bancaron para dar vuelta la desventaja inicial ante Camerún y con el 3 a 1 final quedaron a un paso de clasificarse a octavos de final del Mundial Sub 17.

Si hay una virtud que merece ser rescatada de este grupo de chicos es que ya tienen actitudes de mayores. De las buenas. De los ejemplos que hay que seguir. Madurez, la palabra justa. En 45 minutos del segundo partido de la fase de grupos se vieron cerca del abismo. Apenas un punto y perdiendo contra Camerún. Hubiera sido lógico que la desesperación le ganara a la serenidad. Pues bien, nada de eso pasó. El equipo de Aimar es un verdadero equipo. Aun jugando mal, jamás se descontroló y esperó irse al descanso para escuchar a su entrenador para hacer borrón y cuenta nueva.

Sucedió rápido con los dos cambios que metió el Payaso para salir a jugar el segundo tiempo. Con Medina y Fernández, la Sub 17 le pasó a ganar el medio a los africanos y lo pudo dar vuelta. A los 12’, apareció Flores (Lanús) para empatar el partido por la misma vía en la que se habían encontrado en desventaja. Cabezazo a la salida de un tiro de esquina para llegar al 1-1. Cinco minutos después, y ya con el arquero suplente del rival en cancha, la Selección aprovechó su falta de ritmo para pasarlo a ganar. Salió a cualquier lado, Zeballos le ganó en velocidad y se la dejó servida a Krilanovich (San Lorenzo) para poner el segundo.

Con los tres cambios ya hechos, todos pensando en el ataque, los últimos 15 minutos fueron complicados. Camerún sacó ventajas por su ventaja física y lo pudo empatar con un remate que dio en el travesaño. Ya sobre el final, el ingresado Godoy (Rafaela) metió el tercero y los chicos festejaron el primer triunfo en Brasil.

Con este resultado, se aseguraron como mínimo el tercer puesto y tienen un pie y medio en la próxima fase. El domingo, el rival será Tajikistán. El piberío irá por el primer puesto del Grupo E de este Mundial.