En el que fue acaso el momento más consagratorio de su vida como deportista cuando portó la bandera de Argentina en la ceremonia inaugural de los Juegos Olímpicos Tokio 2020, incluso mayor a aquel de Río 2016 en que ganó la medalla de oro, Cecilia Carranza recordó al fallecido atleta argentino Braian Toledo y se emocionó en pleno Estadio Nacional.

“Justo le estaba comentando a Walter (Pérez) que en este momento debería estar Braian Toledo con nosotros, me estuve acordando de él y nada...”, dijo antes de que la emoción le impidiera seguir hablando.

La rosarina agregó a continuación: “Para todos nosotros esto es muy especial, poder estar con todos nuestros compañeros, por muchos de los cuales siento respeto y admiración”, dijo y, reconociendo la sensibilidad del momento, añadió: “Después de esto vamos a necesitar un shock de energía para dar lo mejor de nosotros en cada deporte”.

La muerte de Braian Toledo

La mañana del 27 de febrero de 2020 la Argentina amanecía conmocionada con la noticia del fallecimiento de Braian Toledo, la noche anterior, como consecuencia de un accidente con su moto en la ciudad bonaerense de Marcos Paz, cuando embistió un “lomo de burro” sobre la ruta provincial 40, tras visitar a sus familiares.

El atleta regresaba a su domicilio, un departamento en la zona del barrio porteño de Núñez cercano a las instalaciones del Cenard, en donde se entrenaba. Allí vivía con su pareja, la deportista Sofía Lamarque, especialista en tiro deportivo.

Toledo, lanzador de jabalina, cultivó en sus 26 años de vida un profundo sentido de la solidaridad con los más necesitados, acaso como una retribución personalmente necesaria luego de haber trascendido desde los estratos más bajos.

Braian ejerció desde sus orígenes como deportista el rol de embajador social, identificado por una cruda historia que lo transformó en ejemplo de sacrificio y superación.

Su crecimiento lo atestigua el tránsito de los Juegos Evita, competencia emblemática del deporte popular, a la consagración olímpica con récord aún vigente (81,78 metros) en los Juegos de la Juventud Singapur 2010, siempre con orgullo por su origen.

Haberse afianzado como deportista olímpico de élite no lo desligó de su compromiso militante, que pudo acentuar en 2019 cuando una lesión lo dejó al margen de los Juegos Panamericanos de Lima y el Mundial de atletismo en Doha, Qatar.

“Estuve 70 días con muletas y tuvo que aprender a necesitar de otras personas. Ayudar a los demás siento que me hace mejor persona. Siempre me gustó hacerlo, como lo hicieron conmigo de chico. Hoy es una de mis prioridades”, reconoció Braian en declaraciones periodísticas cuando realizaba la rehabilitación por una rotura de ligamentos en su tobillo derecho.

En esa etapa era común ver al lanzador de jabalina recorrer las calles de su pueblo, Marcos Paz, en el auto junto a su novia para repartir ropa y comida a las personas en situación de emergencia.

Esa iniciativa personal la canalizó luego con otros deportistas a través del programa social Huella Weber, financiado por una empresa.

Su incansable espíritu solidario también lo pudo demostrar en la ONG Arriba Los Pibes, un merendero de Marcos Paz, y en el merendero Los Pepitos, del partido de Merlo, donde diariamente se daba asistencia a un centenar de chicos.

“Estábamos un día en una concentración con mi entrenador y veo que recibe un mensaje que lo pone triste. Le pregunté que le había pasado y me contó. Él y su mujer daban clase en Los Pepitos y le habían avisado que dos de las nenas habían ido descalzas. Los dos nos pusimos a llorar... Pero no nos quedamos así: salimos a comprar dos pares de zapatillas y desde entonces no paramos de ayudar con ropa, alimentos y libros”, contó como anécdota que resume su admirable condición humana.

Múltiples voces expresaron su dolor tras la trágica noticia que enlutó por entonces al deporte argentino, comenzando por Gerardo Werthein, presidente del Comité Olímpico Argentino (COA), y siguiendo por múltiples personalidades del deporte.

“Se nos fue Braian, un extraordinario ejemplo de persona y deportista. Humilde, generoso, siempre solidario con los demás, Braian fue el primer hijo del Ente Nacional de Alto Rendimiento Deportivo (ENARD)”, señalo Werthein.