Cualquiera que ponga en un buscador “Ferrari en San Juan” los direccionará a un evento de no hace mucho tiempo, los más meticulosos podrán buscar bajo el título “gran premio” o alguna que otra referencia. La verdad es que Google poco es lo que dice al respecto, pero también -nobleza obliga- con un poco de tiempo y relacionando nombres con hechos, siempre algo aparece.

Así las cosas, la punta del ovillo de un historia de película olvidada por los sanjuaninos fue una página japonesa donde cuenta la historia de las Ferrari que “Don Enzo” mandó a construir y en el que su hijo Dino era el responsable del diseño, y como dato no menos importante se fabricó con la colaboración de Fiat, lo que sentó las bases para que más adelante Ferrari comprara esta otra compañía, y así nacía el modelo Ferrari Dino 166 F2.

Andrea de Adamich transitando por la "viborita"

En resumidas cuentas, no hay muchos datos y lo poco que existe es escueto, pero sí mencionan a la “temporada Argentina” del año 1968, un año que tenía como objetivo traer a la Formula 1 al país y la F2 era el aperitivo obligado. Es por eso que los Ferrari llegaron a San Juan y, como no podía ser de otra manera, al mítico -y nuevísimo- autódromo “El Zonda”.

  • El Gran Premio
Carlos Reutteman es socorrido por un bombero cuando se incendia su Cosworth FVA del equipo Ron Harris Racing
 


San Juan fue la tercera de las carreras del “calendario argentino” de la F2, el autódromo tenía un año y dos meses de inaugurado y para recibir el evento se mandaron a construir 21 boxes, también se construyeron duchas para pilotos y mecánicos, algo que fue resaltado por lo novedoso en aquellas épocas. Otro cambio que se inauguró fueron las cabinas para transmisión de radio.


Por esos tiempos no eran muchos los hoteles que había en la ciudad, así que la mayoría pernoctó en el viejo hotel “Nogaró”, (hoy Hotel Provincial). La carrera fue en el mes de diciembre y era tanto el calor que la pileta estaba copada, tal es así que sirvió para que Oreste Berta y Eduardo Coppelo limaran asperezas de una discusión pasada pero que marcó la separación de ambos en el equipo de Oreste. 

Eduardo Copello y Oreste Berta se refrescan en la pileta del hotel Nogaró


Pilotos como el suizo Clay Regazzoni, el italiano Carlo Faccetti, el italo-argentino Andrea Vianini, el francés Henri Pescarolo estuvieron acompañados por los argentinos Carlos Pairetti, Eduardo Copello, Carlos Reutteman, Jorge Cupeiro. No se puede pasar por alto la presencia de Frank Williams quien por ese entonces había formado su primer equipo de carreras en la F2, el Frank Williamas Race Cars, con chasis Brabham y motores Cosworth, en el cual para la carrera de San Juan estuvieron al comando de su viejo amigo y compañero de piso Pier Courage y de los argentinos Juan Manuel Bordeau y Carlos Alberto Pairetti.


Las clasificaciones tuvieron que ser suspendidas por el fuerte viento Zonda que azotó el autódromo el sábado 14 de diciembre, es por eso que al piloto Jochen Rindt no le permitieron entrar a girar al circuito y él, aduciendo que el día viernes no acudió al trazado, logró dar unos 5 o 6 giros. La tierra que acompañó el viento fue tal que algunos acudieron a ponerse pañuelos a modo de barbijos para poder respirar. 

Las crónicas cuentan que por aquel entonces un joven Berta se acercó a los ingenieros de Cosworth para preguntarles cuál era el avance del encendido de los autos y estos les contestaron que jamás abrían los motores y cambiaban nada (¿?).

La clasificacion de la carrera que publicó la desaparecida revista "Automundo"


La carrera fue una fiesta. Los sanjuaninos coparon las tribunas naturales, el encargado de dar la partida fue ni más ni menos que Juan Manuel Fangio, quien un tiempo antes había estado en San Juan y había manifestado que “le sacaron la idea” con la construcción del autódromo y por tal motivo es que contrató a los arquitectos Romano Petrini y Ernesto Olivera para que hicieran el de Balcarce. 


Copello tuvo que correr con una fina capa de yeso por un accidente callejero de unas semanas antes. Los periodistas estuvieron coordinados por personal de boxes y pista contratados por el Automóvil Club. Los cronistas europeos ponderaron el circuito sin dejar de lado lo peligroso que resultaba para la categoría y que fue reflejado en el rostro de preocupación de los pilotos en las pocas imágenes que se encuentran de esa carrera. 

El podio fue conformado por 1° Andrea de Adamich Ferrari Dino 166 con un tiempo de    1h 21m 46.8s, 2°Jean-Pierre Beltoise Matra MS7 Cosworth FVA con un tiempo de 1h 22m 04.9s y 3°Jochen Rindt Brabham BT23C Cosworth FVA 
con un tiempo de 1h 22m 15.1s


En lo estrictamente deportivo, la pole fue para Jo Siffert, piloto suizo, el cual unos años más tarde moriría en la controversial carrera de Brands Hatch, con un tiempo de 1´09.9´´, un tiempo que sería el mismo récord de vuelta de José María López en el año 2012, todo un dato si se toma en cuenta las tecnologías y los elementos mecánicos de un siglo a otro.

  • El calor sanjuanino se hizo sentir
Siffert, Brambilla, Courage y Beltoise se disputan la segunda colocacion


El calor no dio tregua y el termómetro llegó a marcar 43 grados. No faltó alguien que sugirió que pusieran hielo seco arriba de los motores. Fueron 70 vueltas que se convirtieron en 226 kilómetros de recorrido. Finalmente el dominio fue para el Ferrari Dino 166 del italiano Andrea De Adamich, secundado por el francés Jean Pierre Beltoise con un Matra Cosworth y en tercer lugar el austriaco Jochen Rindt con un Brabaham. El argentino mejor clasificado fue Copello en octavo lugar con el Brabaham Cosworth.


Este rosario de nombres mencionados en párrafos anteriores y que estuvieron en ‘El Zonda’ fueron años posteriores exitosos pilotos, preparadores, mecánicos de diferentes categorías, y son parte de la historia. Fue la primera vez que ‘El Zonda’ estuvo en la boca del mundillo del automovilismo.

Investigación y textos: Marcos Carrizo