Los sanjuaninos Matías Sánchez (24) y Bruno Lima (25) se criaron juntos en el mítico club Obras, uno de los históricos del vóley nacional. Desde los seis años casi no se despegan, ni dentro ni fuera de la cancha, y la vida les dio la oportunidad de estar a la par en unos Juegos Olímpicos, el sueño de sus carreras deportivas desde bien chicos. Tokio 2020 tiene muchos hermanos de sangre en la delegación argentina, pero también hermanos de la vida como ellos.