Independiente dio otro paso importante en su búsqueda internacional. Es cierto que terminó perdiendo sobre el final con Universidad Católica de Ecuador 3-2 en la altura de Quito (2.850 metros), pero igual se clasificó para los cuartos de final de la Copa Sudamericana, instancia en la que se medirá con Independiente del Valle, también de Ecuador (eliminó a Caracas de Venezuela), en fechas a confirmar. Martín Benítez fue una de las figuras de la cancha, no solo por el gol anotado, sino también porque resultó la carta ofensiva más importante con desequilibrios ofensivos que generaron chances de gol y foules que tuvieron como consecuencia amonestaciones y expulsiones de rivales.

El arranque del partido no podía ser más negativo para el equipo de Sebastián Beccacece. A los siete minutos sufrió la lesión de Cecilio Domínguez (había llegado al partido con una molestia muscular) y a los 18 el árbitro chileno Piero Maza sancionó penal de Alan Franco a Walter Chalá luego de consultar al VAR. La noche empezaba a dar más de un signo negativo. Encima, el argentino Bruno Vides transformó el remate en gol y las dudas se apoderaron de Independiente.

Todo era complicado. Beccacece había sido sincero en la previa: "No imagino un equipo que salga a presionar alto. Tenemos un desafío lindo en la altura y debemos concentrarnos en usar los espacios que dejen ellos". Lo apuntado por el entrenador tenía que ver con los 2.850 metros de altura en donde se jugó el encuentro, en el estadio Atahualpa de Quito.

La polémica y el gol

Lo cierto es que Independiente, en el comienzo, no solo no salió a presionar en campo rival, sino que además le costó hacer pie en campo propio. Desde el dibujo elegido por Beccacece, un 5-4-1, se paró muy cerca de su arquero Campaña. Al principio, la defensa del Rojo se ubicó con Nicolás Figal, Francisco Silva, Alan Franco, Gastón Silva y Sánchez Miño. Le costaba hacer pie y por eso (ante la lesión del delantero Domínguez) el exentrenador de Defensa y Justicia puso a Fabricio Bustos (en los papeles, lateral derecho), pero ingresó como mediocampista por ese costado.

Otra vez el VAR

Así las cosas, Independiente quedó parado con Figal, Francisco Silva, Franco, Gastón Silva y Sánchez Miño; Bustos, Domingo, Pablo Hernández y Pizzini; Benítez como "falso 9".

Benítez contó con una chance clara en la primera etapa, pero su remate fue fácil de controlar para el arquero Galíndez. Pero Benítez iba a tener revancha en el corazón del área.

Ventaja roja

Desde el desarrollo, Independiente equilibró el juego con la expulsión del central De los Santos, que le aplicó un rodillazo en la espalda a Benítez y el árbitro Maza le mostró la doble tarjeta amarilla y la posterior roja. Eso le dio oxígeno al equipo visitante, que se aproximó con dos remates, uno de Pablo Hernández y otro de Bustos.

En el entretiempo Beccacece dio otra señal para buscar el empate que le dé la clasificación: adentro Cristian Chávez, el N° 9 que llegó de Aldosivi, y afuera Francisco Silva. Y, aunque con suspenso, porque el árbitro Maza tardó más de cuatro minutos escuchando lo que le señalaban desde las cabinas sus colegas del VAR, sancionó gol de Benítez, de cabeza, tras una asistencia de Bustos. Tardó mucho el juez, pero sancionó correctamente el gol ya que Benítez, como falso 9, estaba habilitado.

El pasaje se lo terminó de dar el 2-1 de Hernández, tras una habilitación de Chávez que lo dejó cara a cara con Galindez, aunque en el final sufrió más de la cuenta por el empate de Chalá (primero) y la volea de Amarilla que puso adelante a Universidad Católica y con tiempo para la hazaña. que no llegó. Ahora, Beccacece tendrá tiempo para trabajar mucho más el equipo desde el funcionamiento colectivo y la incorporación de los refuerzos. Independiente hizo negocio: consiguió el boleto a cuartos y tiempo para potenciarse.

Fuente: La Nación