De mayor a menor. Así resultó la primera fase del Mundial U19 masculino de vóleibol para la selección Argentina, que cuenta con los sanjuaninos Juan Sánchez y Mateo Gómez de habituales titulares. Anoche, en un Aldo Cantoni repleto nuevamente, hubo derrota para los locales por 3-1 en este caso ante Egipto con parciales de 16-25, 28-26, 21-25 y 21-25. De esta forma, Argentina finalizó en el Grupo A en la tercera colocación, producto de dos victorias (en las primeras presentaciones ante Costa Rica y Serbia) y la misma cantidad de derrotas: a la del domingo hay que sumarle la del sábado ante Estados Unidos, el 1 del grupo finalmente. Por eso y luego que hoy el certamen tenga jornada de descanso para todos, mañana en el cubierto del Parque de Mayo se medirá desde las 21 horas ante Corea del Sur, segundo del Grupo C, por octavos de final.

El primer set pareció una continuidad del partido del viernes ante los Estados Unidos. Es decir, una Argentina sin capacidad de reacción ante la clara superioridad del adversario. En ese contexto, el entrenador, Marcos Blanco, intentó torcer el rumbo con diversos cambios tácticos, pero no hubo caso y los africanos lo cerraron al parcial por un contundente 25-16.

La historia venía de manera idéntica en el segundo set, ya con varios jugadores de la albiceleste que habitualmente son relevos adentro del campo de juego. Aunque igual, Egipto era pura potencia en ataque y Argentina no le encontraba la vuelta al bloqueo rival.

Nuevo desafío. Corea del Sur, segundo del Grupo C, será el rival de Argentina mañana en el Aldo Cantoni a las 21.

Todo así hasta llegar al 24-20 para los foráneos. Entonces, el partido entró en cualquier guión de película de suspenso con el descuento uno a uno de la ventaja de puntos para Argentina. De esta forma, los locales igualaron el score y desde ahí un palo y palo hasta la definición con el manos y afuera de gran artífice de la remontaba nacional: el número diez, Fausto Díaz.

Ya en el tercer set, Egipto de a poco volvió a tomar el control del juego y el marcador. Argentina daba la impresión que si erraba u poquito, el rival se le iba muy arriba en el marcador. Y esa sensación se cristalizó desde el juego visitante que lo supo ir llevando al marcador hasta liquidarlo por 25-21.

El cuarto parcial resultó más parecido al anterior y entonces para la albiceleste resultó siempre una pendiente muy empinada. Nunca se sintió cómodo y así todo se terminó con otro 25-21 para el rival.