El pasado viernes, Tomás Felipe Carlovich falleció a los 74 años luego de haber sufrido un violento asalto en Rosario. El sábado, el Trinche fue despedido en el estadio Gabino Sosa de Central Córdoba de Rosario, donde fue ídolo, ante una multitud de hinchas a los que poco les importó respetar la cuarentena y el distanciamiento social por el coronavirus para darle un último saludo a la leyenda.

Después del homenaje, el cuerpo fue trasladado al cementerio de Granadero Baigorria, pero sus fintas quedarán guardadas en la memoria de todos los que lo han visto jugar.